Los problemas del grupo francés Lactalis, el dueño de Puleva, se complican cada día que pasa tras la contaminación de decenas de bebés por salmonela. La policía del país vecino realizó ayer varios registros, por orden judicial, en la sede del grupo en Laval (oeste de Francia) y en plantas del gigante alimentario, en particular la de Craon, donde se produjo la contaminación de leche infantil . Según la emisora France Info, los registros afectaron a cinco instalaciones de Lactalis y estuvieron dirigidos por investigadores de la Gendarmería de Angers y de la Oficina Central de Lucha contra las Infracciones al Medio Ambiente y a la Salud. Los magistrados instructores actúan en el marco del procedimiento judicial abierto a finales de diciembre por engaño agravado por el peligro para la salud humana y por incumplir el procedimiento de retirada de productos. Uno de los objetivos es determinar quién estaba al corriente de la contaminación que se produjo en la factoría incriminada y desde cuándo por si se pudiera haber ocultado.