Cuando alguien decide estudiar Negocios Internacionales, su vocación suele ser más de empresario que de actor. Stany Coppet, actor francés que se describe a sí mismo como un ciudadano de muchos lugares, rompió con este cliché e hizo su sueño realidad cuando dejó los negocios de lado y se sumergió en el mundo de la interpretación. Conocido en España por ser el malo de la serie El Príncipe y Perdóname, Señor, y por su papel de mosquetero en la película de Águila Roja, el elegante Coppet comienza ahora una nueva aventura e impartirá el próximo día 27 el primer taller de técnicas de interpretación para hombres y mujeres de la alta dirección, Acting Techniques for Business, en el Hotel Santo Mauro de Madrid. ¿Cómo decide dar el salto a la interpretación? El gusto por el teatro, el cine y contar historias siempre ha sido parte de mi vida. Cuando tenía 14 años y se lo conté a mis padres, noté que no podía hacerlo realidad sin hacerles daño, por lo que elegí seguir la vía normal: bachillerato, universidad... Con el tiempo me di cuenta de que iba en contra de mis principios, y que no era lo que quería hacer. Tres años más tarde, me fui a trabajar como periodista a la televisión francesa pensando que me acercaba al mundo audiovisual. Fue una experiencia enriquecedora pero no era lo que quería hacer. Después, encontré personas claves; directores, actores... y comencé en el Instituto de Teatro y Cine Lee Strasberg, donde utilizaban un método innovador llamado Actor's Studio, y a mí, personalmente, me ha servido mucho. ¿Cómo surge la idea de realizar un taller enfocado a altos directivos? Siempre he sido muy proactivo y me encanta hacer varias cosas a la vez. Hace poco, me di cuenta de que me gustaba compartir mi experiencia; a través de conferencias, talleres, clases... Además, cuando estudiaba negocios, siempre noté que faltaba algo en la formación de los dirigentes, y mis amigos, que hoy están al frente de grandes empresas, lo comparten conmigo. Para mí ser actor y realizar una oratoria en público es algo muy parecido, creo que hay una manera de sacar el trabajo similar. ¿No deberían tener ya superado este miedo escénico las personas que han llegado a un puesto alto? Sí, pero podemos esconderlo. Yo conozco a altos directivos que me lo han reconocido. No es igual presentarlo en tu hogar, en un sitio de confianza, que a tu jefe y con 1.000 personas delante. Es parecido a lo que nos pasa a los actores cuando, de repente, tienes que coger el papel de otro de una semana a otra, tienes que entrar en él y convencer. Entonces, para llegar a un cierto nivel o puesto dentro de una empresa, deberías haber resuelto este problema, pero hay muchos que todavía tienen que trabajar en esto. Este taller va dirigido a altos ejecutivos, pero creo que todos los seres humanos deberían tomar clases de acting para conectarse con su cuerpo, sus emociones, realizar una introspección en sí mismos... ¿Cómo se desarrollará el taller? ¿Qué técnicas aplicará? Las clases son sólo de 15 personas y duran cuatro horas divididas en dos partes; la primera de calentamiento y técnicas, y la segunda de prácticas. Empezamos con una relajación guiada bastante larga, que te permite estar en el momento, aquí y ahora. Después, una iniciación a lo que Strasberg llamaba la memoria sensorial. La segunda consiste en elegir un texto: poema, canción, uno propio... que el asistente quiera compartir, y después interpretarlo delante de todos sin el papel. Hay que hacerlo tuyo, porque cuando lees, solo das datos. ¿Qué van a conseguir con este taller? Un mejor conocimiento de lo que necesita trabajar y por dónde empezar a hacerlo. No es un ritual para curar todos los males que tienes, pero es una iniciación para saber dónde necesitas comenzar y en este taller vas a poder identificarlo. Además, estos ejercicios podrán practicarlos luego por sí solos en su día a día. Quiero enseñar a los ejecutivos a ser capaces de cautivar en sus discursos corporativos. ¿Hasta qué punto es necesario actuar para poder hablar en público? No quiero trasmitir que son trucos que te ayudan a mentir. La idea es conectar con la gente, y conectar con lo máximo verdadero que estás diciendo. Cuando estás dando datos en un discurso corporativo, a veces es complicado trasmitir algo humano y quedarse con la atención del público, pero si integras estos datos como algo verdadero en ti mismo, como una propia experiencia, cambia la entrega y puedes cautivar más. ¿Cuáles son sus próximos proyectos? Ahora mismo tengo una serie grabada en mi tierra, la Guyana Francesa, llamada Oro, donde tengo el papel de Silva, otra vez un malvado. Creo que va a hacer ruido porque trata de la situación actual del tráfico del oro, un western moderno con temas actuales. También estoy escribiendo el guión de una película que se desarrolla también ahí, un road movie que está en proceso. Además, tengo un proyecto sobre una serie que se desarrollará entre Inglaterra, España y Francia. con un fondo de terrorismo y espías. Así que estoy feliz con un proyecto ya en marcha y dos en desarrollo.