Iberia ha empezado a promocionar su renovado puente aéreo en las estaciones de Sants (Barcelona) y Atocha (Madrid) para captar pasajeros del AVE, su principal competidor en esta ruta. No en vano, la Alta Velocidad de Renfe tiene un 62 por ciento de la cuota de mercado de este corredor, uno de los más demandados de España, mientras que las aerolíneas (Vueling, Iberia y Air Europa) se reparten el 38 por ciento. La compañía que dirige Luis Gallego quiere sacar rendimiento a su alianza con la low cost catalana, que le permite ofrecer hasta 26 vuelos diarios entre Madrid y la Ciudad Condal en días laborales a menores costes, lo que permite ofrecer precios más ajustados y competitivos con el AVE, que llega a cobrar 80 euros por trayecto. Para dar a conocer su servicio, que incluye vuelos cada 15 o 30 minutos en hora punta y permite llegar al aeropuerto en 15 minutos, está utilizando los taxis que dan servicio a ambas estaciones, así como mobiliario urbano de las ciudades, como soporte de la campaña publicitaria.