Veintiséis firmas, gran parte pequeñas y filiales de grupos, no son rentablesEl sector asegurador español ha sido uno los más estables a lo largo de la crisis y ha logrado salir airoso sin sobresaltos. Pero la situación por la que atraviesan todas las entidades no es similar y muchas de ellas, debido a su pequeño tamaño, las mayores exigencias regulatorias y el entorno de tipos de interés negativos, están pasando serias dificultades para ganar dinero y ser rentables. Según los datos recientemente publicados por la Dirección General de Seguros, un total de 26 compañías registraron pérdidas en 2016. Es decir, más del 10 por ciento, según el censo de entidades que había a finales de ese ejercicio. Entonces había 235 firmas que operaban en los diferentes ramos de actividad de este sector. La mayor parte de las aseguradoras que registran números rojos son de muy pequeño tamaño o son filiales de grandes grupos que están especializadas en determinados nichos de negocios. Así, por ejemplo, según los balances, Mapfre Asistencia Internacional, Fenix Directo (de Allianz), Ergo Vida (de DKV) o Bankinter Seguros Generales contabilizaron pérdidas. En el listado también aparecen divisiones de grupos extranjeros, como Aegon, o firmas especialistas como Asefa o el Volante Aragonés. Los expertos esperan que en el año que acaba de comenzar comience un baile de fusiones que, salvo excepciones puntuales, hasta ahora se ha dado en el segmento de bancaseguros como consecuencia de la concentración de las entidades financieras por la caída de buena parte de las cajas de ahorros durante la crisis. Distintas aseguradoras han manifestado públicamente ya su intención de ser protagonistas en esa previsible oleada de integraciones corporativas. Una de ellas es Generali, que pretende duplicar su tamaño en el corto y medio plazo en nuestro país y otra es Santalucía, a pesar de haber experimentado un crecimiento significativo en los últimos tiempos gracias, en parte, a la toma de los negocios de la británica Aviva en España. El sector es uno de los más atomizados por la diversidad de la actividad, pero las principales firmas controlan buena parte del negocio y de los beneficios. En concreto, un 10 por ciento de las compañías, unas 25, generan dos tercios de todas las ganancias con apenas un tercio del conjunto de los ingresos. De esta manera, las aseguradoras han podido aguantar mejor la crisis que otros sectores y mantener la rentabilidad por encima de los dos dígitos. Un estudio reciente de Analistas Financieros Internacionales (AFI) sostenía que el sector lograba el doble de rentabilidad que la banca por el negocio de las pymes en nuestro país. En concreto, explicaba que el ROE -rentabilidad sobre recursos propios- del primero alcanzaba el 10,7 por ciento, mientras que el de los segundos apenas llegaba al a un 4,9 por ciento. Por ello, la consultora afirmaba que el seguro "no ha dejado de crear valor" y exhibe potencial de mejora tanto en términos de penetración y densidad frente al sector de otros seguros. Aún así se enfrenta a riesgos, como las distintas normativas, que cada vez requieren mayores esfuerzos y la situación de tipos negativos. El informe de AFI basa sus cálculos la banca por el negocio de seguros apenas registra un resultado 2,7 veces superior al de las compañías especializadas esta actividad y cuenta con unos fondos propios cinco veces más elevados y su tamaño es cinco veces superior.