Javier Alonso advierte de "envoltorios amables" que se comercializan a través de aplicacionesInsta a los clientes a que sean más cautos y que se refuerce la educación financiera y digitalTodo el sector financiero es consciente de la imparable transformación digital que ya se empieza a intuir y de las oportunidades que abre para bancos, fintech, tecnológicas y clientes. Pero este futuro, cada vez más próximo, no está exento de nuevas amenazas. En este sentido, el subgobernador del Banco de España, Javier Alonso, advertía ayer de que el abanico de opciones para realizar transacciones y diversa operativa financiera que conlleva el desarrollo tecnológico, y la nueva regulación que vendrá el año próximo, "también exige una mayor responsabilidad e involucración" de los clientes. Como riesgos más evidentes señalaba la oferta de productos "complejos, opacos y difíciles de entender que pueden ser presentados en envoltorios amables y accesibles para el gran público" a través de aplicaciones u otras modalidades digitales. En su discurso en unas jornadas financieras organizadas por IESE en colaboración con E&Y, Alonso enumeró otros peligros. La divulgación de información relevante relativa a la contratación de un producto a través de dispositivos electrónicos, "en los que el tamaño de la pantalla y la inmediatez de la aceptación limitan la capacidad del cliente para saber qué es lo que realmente está consintiendo". Tampoco las limitaciones para obtener un consejo directo de un asesor financiero cuando se opera por Internet juegan a favor de tomar la decisión correcta. También existe, en opinión del subgobernador, el riesgo de exclusión financiera vinculado " a la carencia de competencias digitales" por parte de algunos usuarios. La directiva sobre medios de pago, PSD2, entrará en vigor el próximo año, y esta nueva regulación permitirá que los clientes autoricen a terceros a obtener sus datos de los bancos y ordenar pagos en su nombre. Con su implantación se regulariza la actividad de los proveedores de servicio terceros, TPP. En este contexto, la irrupción de estos nuevos actores también provoca otras preocupaciones al supervisor, además de los riesgos mencionados. Cabe la posibilidad, afirmó, que por ignorancia o por falta de atención autorice el acceso a información personal que, en realidad, se quiere reservar al ámbito privado. Para prevenir todos estos peligros de la nueva realidad digital, el subgobernador considera esencial invertir en educación financiera y digital. Y aunque la responsabilidad de esa mejor preparación del cliente recae en parte en las entidades bancarias, Alonso no considera que no recae de manera exclusiva ni principal, ya que considera esencial que forme parte de la formación personal "desde muy temprana edad". Pero aparte de los peligros que pueden acarrear las prisas, el "envoltorio amable" de un producto complejo o el poco conocimiento del usuario, existe la posibilidad de que aumente el fraude o los ataques cibernéticos. Por ello, según explicó ayer Alonso, la directiva sobre medios de pago ha prestado una especial atención a los riesgos de llevar a cabo operaciones de pago por medios electrónicos, con el objetivo de crear un entorno seguro. Entre las medidas destaca la obligación de avaluar las medidas de control de estos peligros y el deber de notificar a las autoridades las incidencias de gravedad que se produzcan. La norma también prevé un mecanismo de autentificación reforzada de los clientes. Estas medidas adicionales de seguridad puede provocar, según afirmó el subgobernador, una mayor complejidad en la operativa, lo que a su vez puede causar un cierto nivel de confusión inicial. La banca, por su parte, también es consciente de que tiene que cambiar ante la llegada de las tecnológicas, que entrarán con todas su fuerza en el negocio financiero, según explicó ayer el consejero ejecutivo de BBVA, José Manuel González Páramo. Ante el estallido digital, en un escenario pesimista, los bancos quedarían como meros proveedores de infraestructura, los datos, dejando los servicios de alto valor añadido a otros actores. Por ello, aseguró, la banca debe cambiar de mentalidad y transformarse.