La entidad ultima el traspaso de una cartera de créditos fallidos y morosos valorada en unos 160 millones de eurosCajamar se ha sumado a la oleada de ventas de activos improductivos puesta en marcha por la banca española. El grupo cooperativo ultima la colocación de una cartera valorada en unos 160 millones de euros, según señalaron fuentes conocedoras de la operación. Con esta transacción, que se cerrará en los próximos días, se deshará de préstamos dudosos y fallidos que están respaldados con garantías inmobiliarias. Será la primera desinversión que lleva a cabo Cajamar este año de estas características, con el fin de ir mermando el volumen de activos deteriorados que tiene en balance y cumplir con las recomendaciones de los reguladores y el mercado. En 2016, el grupo con sede en Almería se deshizo de dos carteras valoradas en su conjunto en 730 millones de euros, compuestas por financiación fallida y morosa e inmuebles adjudicados. En los últimos meses, las entidades están acelerando los planes para colocar este tipo de activos en el mercado. En la actualidad, tienen lotes a la venta por un importe superior a los 6.000 millone y se espera que en 2018 la cifra se multiplique, ya que Sabadell y Bankia se plantean transacciones sigificativas para desembarazarse casi por completo de este lastre lo más rápido posible. Recientemente, BBVA ha alcanzado un acuerdo con Cerberus para trasferirle la totalidad de los inmuebles adjudicados por insolvencias de clientes, con un valor nominal de 13.000 millones y de 4.000 millones, tras rebajar provisiones y descuento en el precio. El banco azul ha emulado así la transacción cerrada por el Santander este verano con Blackstone para quitarse de golpe 30.000 millones de activos deteriorados heredados del Popular tras su adquisición por un un euro. También Bankinter ha logrado vender una cartera de créditos morosos de 434 millones en los últimos días. Cajamar cuenta con una de las tasas de morosidad más elevadas del sector, pero en dos años ha conseguido reducirla sustancialmente. La ratio se situaba a cierre de septiembre en el 11,8 por ciento. En 2015 esta cifra se encontraba en el 16 por ciento. Doce meses antes, superaba el 17 por ciento.