El cierre financiero de la Pedemontana-Veneta abre una nueva etapaDurante los últimos años, Sacyr ha pasado en la bolsa española por más malos tragos que buenos. En 2015 se vio arrastrada por la complicada situación de Repsol y a partir de ese momento no ha sido capaz de acompañar a la petrolera en su recuperación. Sin embargo, el cierre de la financiación de la autopista Pedemontana-Veneta en el Norte de Italia le ha dado alas en el mercado bursátil y abre la puerta a una recuperación mucho más profunda. Durante la sesión del viernes llegó a dispararse un 8,6 por ciento, para después relajar su subida al 5,68 por ciento del cierre -2,14 euros-. Con estos ascensos logra ponerse en positivo en el año y, además, la operación mejora sustancialmente las perspectivas de la compañía para los analistas. "Este proyecto pone a Sacyr en el mapa para futuros proyectos en Italia y es un activo líquido, lo que abre la puerta a potenciales desinversiones para financiar requerimientos de capital en otras concesiones", explican en Fidentiis. Desde la casa de análisis fijarían su precio objetivo entre los 3,2 y los 4 euros, según los distintos escenarios, pero en ambos casos el potencial alcista sería notable: cercano al 50 por ciento en el peor de los casos y del 86 por ciento en el más optimista. La importancia del acuerdo reside en la fuente de dividendos que recibirá Sacyr. "Calculamos 30 millones en 2021, 40 millones a partir de 2031 y 120 millones en 2047", explican en Fidentiis. En total, la concesión distribuirá 5.500 millones de euros -2.700 millones para Sacyr-.