El grupo español creará una filial de Tecnologías de la Información La compañía Indra desveló ayer su nuevo Plan Estratégico 2018-20 que contempla la vuelta al pago de dividendo, recuperar una retribución al accionista suspendida desde 2015, así como duplicar las inversiones y crear una filial específica para Tecnologías de la Información. En su encuentro con los inversores, la compañía tecnológica hizo balance de la transformación realizada durante los tres últimos años, periodo de tiempo en el que el grupo español "ha generado un flujo libre de caja acumulado de 775 millones de euros, ha realizado la adquisición de Tecnocom y ha reducido la deuda". Según explica Indra a través de un comunicado, los objetivos financieros para 2020 son los siguientes: aumentar los ingresos en un dígito en tasa anual acumulada compuesta, desde los 3.120 millones de 2016; elevar el crecimiento del ebit por encima del 10 por ciento (frente a un ebit de 179 millones de euros en 2016); invertir entre 150 millones y 200 millones de euros y generar un Free Cash Flow de entre 550 millones y 650 millones de euros; continuar evolucionando el portafolio de productos para dotarlo de un mayor valor añadido; acelerar la transformación comercial para convertirse en una compañía orientada a ventas; y continuar mejorando la productividad para incrementar su competitividad y márgenes. Además, este flujo de caja previsto hasta 2020 "se destinará a financiar el crecimiento, reducir aún más el apalancamiento financiero y retomar la política de dividendos", según apunta el grupo presidido por Fernando Abril-Martorell. Los primeros informes de los analistas reconocieron que las previsiones estaban en línea con lo esperado, aunque ligeramente por debajo en algunas magnitudes, motivo que provocó una caída en bolsa. En concreto, los títulos de la tecnológica se depreciaron ayer el 5,1 por ciento, el descenso más relevante del Ibex 35 de la jornada, hasta 11,45 euros por acción.