Cuando en plena guerra de opas el presidente y el primer accionista de una compañía venden acciones, están lanzando un mensaje claro al mercado: la cotización tiene un recorrido limitado. Esto es lo que ha ocurrido en Abertis. Salvador Alemany ha traspasado nada menos que la mitad de sus títulos y Criteria también ha colocado un paquete por unos 50 millones de euros. A ellos se suman, además, la vicepresidenta Carmen Godia, y un directivo tan implicado como el financiero José Aljaro. Estas ventas podrían indicar, por un lado, que Atlantia no mejorará su oferta o, por otro, que la subida, caso de producirse, no será mucho mayor, en términos económicos, que la propuesta de Hochtief (18,76 euros). Es esta última opción la que cobra más sentido en el mercado, toda vez que la italiana ha presumido públicamente de capacidad para elevar los 16,5 euros que ofertó inicialmente. El consejo de Abertis y Criteria han respaldado el plan industrial de Atlantia, pero a la italiana también le han pedido una subida del precio, que por lógica tendrá que rebasar o al menos igualar el de Hochtief. Otros inversores, como Lazard, han comprado acciones, con la expectativa de que Atlantia y Hochtief podrían enzarzarse aún más, con contraofertas que se eleven por encima de los 19 euros o más.