El exsecretario de Estado será presidente y el exministro, consejero independienteLa política entra de lleno en el consejo de administración de Aena. Casi 20 días después de que José Manuel Vargas anunciara su dimisión, el exsecretario de Estado de Comercio, Jaime García-Legaz, ha sido nombrado presidente y consejero delegado del gestor aeroportuario, con el objetivo claro de mantenerlo dentro del sector público y velar por el interés del Gobierno frente a los planes de los fondos de inversión. El también exdiputado y afiliado al PP ha desembarcado oficialmente en la multinacional acompañado por el exministro popular Josep Piqué, que ha sido nombrado consejero dominical en sustitución del copresidente de Barceló Hotels, Simón Barceló. No es la primera vez que Piqué entra en el consejo de una empresa en la que el Gobierno tiene intereses. En 2012 el presidente Mariano Rajoy le nombró representante del Estado en el consejo de administración del gigante aeronáutico europeo EADS, dueño de Airbus. También fue presidente de Vueling, directivo en OHL y es consejero de Abengoa. ​ La llegada de ambos expolíticos al consejo de administración de Aena marca un antes y un después en la gestión de la compañía que en los últimos años ha estado dominada por el sector privado con la presencia de reconocidos empresarios, como Amancio López Seijas, presidente de Hotusa, o José Luis Bonet Ferrer, presidente de Freixenet. El cambio de presidente, que se hará efectivo el próximo 16 de octubre, pondrá así coto a los planes de reducir el peso del Gobierno en el capital del gestor aeroportuario -el 51 por ciento está en manos del Estado, a través de Enaire-, medida defendida abiertamente por Vargas, y deja en el aire el plan de internacionalización anunciado por la actual cúpula, que no ha llegado a arrancar por la limitaciones impuestas por el control público. Por ejemplo, en marzo la Oficina Económica de Moncloa vetó su participación en la privatización de varios aeropuertos en Brasil y también se opuso a lanzar una opa sobre Abertis, tal y como promovió el fondo TCI y defendió el propio José Manuel Vargas. Según informan varios medios, para el Gobierno no ha sido fácil encontrar un sustituto al todavía presidente de Aena y rápidamente descartó buscarlo en el sector privado. Así, tras varias semanas negociando, finalmente ha escogido a García-Legaz, que hace menos de un año fue nombrado presidente de Cesce con el objetivo de sanear la compañía, hacerla competitiva y expandirla internacionalmente. Legaz tiene ahora ante sí el reto de gestionar una de las mayores empresas del Ibex 35 y entre los objetivos pendientes está la adjudicación de la gestión del aeropuerto de Corvera (Murcia) y definir el futuro de San Javier en el caso de que gane el concurso, cerrar los acuerdos con la plantilla de Aena, que ya están encaminados, y poner freno a la fuga de cerebros que ha sufrido la firma en los últimos meses, ante la imposibilidad de subir los sueldos o contar con presupuesto para conseguir talento. No en vano, el presidente de Aena es el que menos cobra del Ibex 35, con 166.000 euros.