La banca española venderá 30.000 millones de euros en activos tóxicos este añoLa crisis política desatada en España por el intento secesionista en Cataluña hizo acto de presencia de nuevo ayer en el Fondo Monetario Internacional durante la presentación del Informe Global de Estabilidad Financiera (GFSR, en siglas). Al ser preguntado por este asunto y su impacto en el sistema financiero, Tobias Adrian, consejero financiero y director del Departamento de Asuntos Monetarios y Mercados de Capital de la institución, confió en que la banca española mantendrá su estabilidad, gracias a la fortaleza del sector. "Los fundamentos básicos del país son favorables para la estabilidad financiera", aseguró al referirse a la reciente evaluación del sector bancario en España realizada por el organismo multilateral. Como viene ocurriendo estos días, el alto funcionario del Fondo evitó pronunciarse sobre el asunto catalán. Sin embargo, poco después, ante la presión otro periodista para explicar la respuesta ofrecida por Adrian, el director de la División de Análisis de Mercados Globales del FMI, Matthew Jones, indicó que la situación en Cataluña, donde el martes el presidente de ese gobierno declaró su independencia de España, aunque la dejó en suspenso de inmediato, se mantiene fluida "y no vamos a especular". "Esperamos que la situación pueda ser resuelta sin sobresaltos y de manera ordenada", confió. La evaluación del sistema financiero español (FSAP, por sus siglas en inglés) indicó la semana pasada que los bancos españoles cuentan con una posición fuerte y resistente para enfrentar choques externos, gracias al proceso de saneamiento, que de acuerdo al consejero financiero del Fondo ha permitido a la banca de nuestro país responder a "los temas heredados" de la crisis financiera. Sin embargo, entre estas herencias, siguen destacando los préstamos en mora y activos tóxicos en manos de los bancos. Según señaló ayer el subdirector del Departamento de Asuntos Financieros del FMI, Peter Dettels, la banca europea cuenta todavía con 988.000 millones de euros de estos activos en sus balances. "Es una cifra todavía muy elevada", incidió este funcionario quien aseguró que está previsto que se reduzca hasta los 900.000 millones de euros a finales de este año. En estos recortes, está previsto que la banca española venda alrededor de 30.000 millones de euros de estos activos este año mientras la italiana hará lo propio por unos 65.000 millones de euros. Aviso a las aseguradoras El GFSR también puso sus miras en las compañías de seguros de vida, una industria forzada a adaptar sus estrategias de negocio en un entorno de bajos rendimientos tras la crisis financiera mundial. Según explica el Fondo, las normas contables y reglamentarias actuales eximen a las aseguradoras de tener que marcar todos sus pasivos a precio de mercado y se les permite amortiguar los shocks a través de ajustes en dichos pasivos. Es por ello que la institución avisó que las aseguradoras de vida que funcionan en España podrían verse afectadas por sus tenencias de bonos soberanos y corporativos de menor calificación.