El modelo de negocio de Feníe Energía no ha pasado desapercibido. Partiendo de cero, ha conseguido en tan sólo seis años un crecimiento más que satisfactorio. Su consejera delegada, Isabel Reija, nos cuenta "el secreto" de su éxito, así como sus proyectos más inmediatos. Feníe Energía lleva más de siete años en el mercado. ¿Qué balance hace de este periodo de tiempo? Totalmente positivo. Nos hemos convertido en una empresa con un volumen muy relevante y en la primera compañía independiente del país en número de clientes. Contamos con más de 2.500 accionistas que llevan a cabo la actividad comercial y el asesoramiento a clientes, y estamos cerca de alcanzar el cliente número 300.000. ¿Cuál es el objetivo de la ampliación de capital que están haciendo en estos momentos? No hay un objetivo concreto en cuanto a cifra se refiere, no buscamos conseguir capital. Cuando alguien compra acciones de Feníe Energía lo que realmente está comprando es un derecho de venta de energía. Lo que pretendemos es llegar a aquel instalador que siempre quiso ser de Feníe Energía y que, por diversas razones, no había podido conseguirlo. Algunas compañías han trasladardo el coste del bono social a sus clientes. ¿Piensan hacer lo mismo? Por ahora lo hemos asumido y lo hemos detraído de nuestros resultados. Para nosotros el impacto económico del bono social es muy alto -6 euros por cliente y año-. De hecho, de los cerca de 2,5 millones de euros con que acabaremos el año, 1,5 millones se lo llevará el bono social. Con esta forma de actuar, lo que pretendemos es proteger la relación de confianza entre el agente y el cliente porque entendemos que esa es la clave del éxito de la empresa. La compañía tiene en propiedad dos parques eólicos en España. ¿Tienen previsto ampliar su capacidad de generación? Así es. Tenemos un plan anual de inversiones de una envergadura moderada para no perjudicar el balance de la compañía y nuestro negocio principal, y que irá destinado a activos renovables, ya sean en eólica, solar fotovoltaica o minihidráulica; de hecho, tenemos varios proyectos en cartera y estamos pensando en desarrollar algún proyecto nuevo. Este tipo de inversiones las hacemos a través de Feníe Energía Emoción y, a día de hoy, tenemos dos parques eólicos: uno en Salamanca y otro en Lugo. ¿Cuáles son sus planes en movilidad eléctrica? Tenemos un proyecto muy ambicioso que se llama Plug & Fun. Hemos llegado a acuerdos con ayuntamientos de toda España para instalar puntos de recarga -llevamos cerca de 600- a través de nuestros agentes energéticos. Las recargas son gratuitas, sean clientes de Feníe Energía o no, y se pueden realizar mediante una tarjeta facilitada por los ayuntamientos o a través de nuestra web o app. ¿Y en autoconsumo con fotovoltaica? En autoconsumo tenemos el proyecto Sol y soy bastante optimista al respecto. La idea era hacer un piloto con diez instalaciones. El primer año llevamos a cabo 140 proyectos de diseño y construimos nueve. Lo que está claro es que las energías limpias son las más eficientes y, por eso, parece razonable pensar que el autoconsumo es una gran solución y estamos trabajando en esa línea. La realidad se impondrá y se irá migrando y el culmen será el autoconsumo con acumulación para recargar tu vehículo y telecontrolado a través de aplicaciones móviles.