El Santander ha incrementado en 60 días el saldo de depósitos del Popular en 10.000 millones de euros, según explicó ayer ante analistas a los que los principales ejecutivos detallaron los planes estratégicos, una jornada realizada por primera vez en Nueva York. Esta cifra supone que la entidad que preside Ana Botín ha logrado recuperar casi el 59 por ciento de los fondos que salieron del banco las semanas previas a su resolución por las autoridades europeas. El Santander emprendió varias acciones comerciales al tomar el control del Popular, además de ofrecer bonos de fidelización a clientes que también eran accionistas y a los que ya se ha colocado el 50 por ciento del volumen. Rami Aboukhair, consejero delegado de Santander España, subrayó ayer que el objetivo era mantener la relación con las pymes clientes del Popular, recuperar los clientes vinculados y reducir la cartera de los activos dañados. El Santander llegó en agosto a un acuerdo con Blackstone para venderle el 51 por ciento de una nueva sociedad que agrupará activos problemáticos de su filial, cuyo valor bruto era de 30.000 millones. El banco reafirmó que la incorporación del Popular supondrá obtener unos 500 millones de euros en sinergias de costes en el año 2020 y conseguir en esa fecha una rentabilidad de entre el 13 por ciento y el 14 por ciento. El grupo Santander no ha modificado sus principales objetivos para España ni ha cambiado las previsiones de crecimiento y creación de empleo por la crisis institucional que se vive por Cataluña. El Rote, la rentabilidad sobre el capital tangible, se sitúa para 2018 entorno al 13 por ciento, unos niveles similares a los previstos el año anterior, mientras los clientes con cuenta 1/2/3, un producto estratégico para cumplir asimismo con el aumento de clientes vinculados, se debe colocar en 4 millones en 2018, frente a los 2,3 millones que tiene en la actualidad. La morosidad, por su parte, debe descender, según el plan estratégico, por debajo del 4 por ciento, mientras al cierre del primer semestre se sitúa en el 5 por ciento. El Santander espera que el euribor siga en negativo en 2017, con una media de -0,13 por ciento, si bien estima que el año próximo vuelva al terreno positivo, aunque modestamente, al marcar una media de 0,03 por ciento. Los tipos de interés negativos en la eurozona es el principal motivo que lastra la rentabilidad de los bancos, al castigar sus ingresos.