Los productos, con el paso del tiempo y la competencia, pierden valor y la innovación es la mejor vía de mantener los precios al alza, así como incrementar las ventas El gran consumo, que incluye alimentación, bebidas y droguería, debe responder a cambios constantes para adaptarse a las modificaciones normativas, cada vez más minuciosas, pero sobre todo a los nuevos gustos de unos consumidores cada vez más exigentes. Los motores de la innovación en este sector se centran en el concepto de saludable, pero de la misma forma, al placer que supone comer y beber, por lo que la industria responde con productos capricho. La comodidad es el tercer vector.