Lesmes critica que obedezcan al poder político antes que a la leyLa Justicia certificó ayer que algo se ha roto en su relación con los Mossos d'Esquadra, en la que ahora impera la desconfianza. Su polémica actuación durante el 1-O y las jornadas posteriores, en las que se les acusó de pasividad en el cumplimiento de la orden de impedir la consulta y en la protección de las Fuerzas de Seguridad del Estado que sufrieron el acoso de los independentistas, le valió a la policía autonómica el reproche público del presidente del Consejo General del Poder Judicial, Carlos Lesmes. "Una Policía que se limitara a obedecer designios políticos, de cualquier clase que sean, no puede ser considerada como tal y, además, se convertiría en un grave riesgo para la propia democracia", aseveró Lesmes, durante un acto de homenaje a las Fuerzas de Seguridad. El TSJ catalán les relega Las palabras del presidente del órgano de gobierno de los jueces no fueron el único varapalo que sufrieron ayer los Mossos. El Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de la comunidad anunció que les retira el mando de la seguridad del edificio con sede el Barcelona -y que también alberga la Audiencia Provincial- y se lo encarga al Cuerpo Nacional de Policía en Cataluña. La decisión obedece a "la previsión de extremar la seguridad del edificio y garantizar su pleno y normal funcionamiento" ante una eventual declaración de independencia. La orden implica el despliegue dentro y en el entorno del Palau de Justicia de la Policía. La resolución del TSJ, firmada por su presidente, José María Barrientos, menciona expresamente la intención declarada del presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, de aplicar las leyes del referéndum y de transitoriedad. Desde los Mossos aseguraron, tras conocer la decisión del Tribunal, que la acatan pero no la comparten. A primera hora de la tarde, la Policía ya había asumido la dirección del operativo de seguridad.