En caso de independencia, sus costes de financiación se encareceríanAl margen de proteger los intereses de los accionistas, clientes y del propio negocio, otra de las razones con las que se han topado alguna de las cotizadas catalanas que han decidido trasladar su sede fuera de Barcelona ha sido el riesgo de ver cómo se encarecían sus costes de financiación en caso de que Cataluña se declarase independiente ante una revisión inmediata del rating por parte de las agencias de calificación. Como avisaba Moody's recientemente en un informe, "en cado de independencia, los emisores con sede en Cataluña pasarán de ser residentes en un país con grado de inversión a ser residentes en un país que será grado especulativo". Y eso implica, automáticamente, pagar un precio más alto a la hora de obtener financiación. Al éxodo de cotizadas catalanas que ya anunciaron la semana pasada que moverán sus sedes a otros territorios españoles, se podría añadir hoy mismo Abertis, Cellnex y Colonial, cuyos consejos se reúnen este lunes (ver página 8). Precisamente debido a la condición de socimi de esta última su ratio de apalancamiento esperado a cierre de este año escala hasta las 14,3 veces. Según las previsiones de la media de bancos de inversión, su deuda alcanzará los 3.300 millones de euros al término de este ejercicio, mientras que su beneficio bruto será de 235 millones. Moody's ya advirtió la semana pasada en un informe que la tensión política en España afecta negativamente a Colonial (y también a Merlin). Al riesgo propio procedente del lado de la deuda se unía el riesgo de negocio. La agencia de calificación señaló que esta inestabilidad podría reducir potencialmente "el crecimiento de las rentas, la tasa de ocupación, y la valoración de las propiedades en el mercado inmobiliario español, en Barcelona en particular". Pese a que París es su principal mercado, al representar más de un 70 por ciento del valor de su cartera de explotación, Colonial también tiene presencia en el centro de negocios de Barcelona. Allí cuenta con 19 activos valorados en 827 millones de euros, que suponen un 10 por ciento del total de esta cartera, según los últimos datos del primer semestre publicados por la inmobiliaria. En cuanto Abertis y Cellnex, que hoy podrían anunciar el traslado de sus sedes de Barcelona, sus ratios de apalancamiento también superan las cuatro veces (ver tabla). Quién guarda silencio De confirmarse finalmente que las tres se marchan de Cataluña, la lista de empresas empresas catalanas dentro del Ibex 35 que permanecerían en este territorio y que aún guardan silencio respecto a un posible plan de contigencia que incluya su salida se limita a una: Grifols, cuyo negocio se encuentra muy internacionalizado. Y se amplía en doce si se tiene en cuenta las compañías con presencia en el mercado continuo radicadas en dicho territorio (en el gráfico solo se recogen sobre las que existe una previsión sobre su deuda estimada para este año, pero también guardan silencio Borges, Audax Renovables, Ercros y Laboratorio Reig Jofre). Según datos de FactSet, Grifols cuenta con un apalancamiento de 4,1 veces este año, después de que el consenso de mercado recogido por FactSet estime que acabará el ejercicio con una deuda que supera los 5.400 millones de euros. Sin embargo, el riesgo para esta catalana en cuanto a que se produzcan tensiones con sus cargas financieras es menor a corto plazo debido a que ha refinanciado la totalidad de ella este año. Tras ella, y ya fuera del principal selectivo español, las catalanas cotizadas que sufrirían mayor presión por el lado de la deuda serían FCC y Applus. En ambos casos su ratio de endeudamiento supera las cuatro veces según las estimaciones.