Miembros del Cercle, en cuya junta están Sabadell y CaixaBank, se reúnen con élUna delegación del Cercle d'Economia, lobby económico y empresarial catalán que preside Juan José Brugera, también presidente de Colonial, se reunió el sábado con el presidente catalán, Carles Puigdemont, para pedirle que retire su amenaza de declarar una república catalana, de acuerdo con Jordi Alberich, director general del organismo. Los directivos admitieron que vieron muy preocupado a Puigdemont ante la fuga de empresas. La agencia Bloomberg, destacó que el consejo de Cercle incluye al presidente de CaixaBank, Jordi Gual, y también a Jaime Guardiola, consejero delegado de Banco Sabadell. Ambas entidades financieras ya han anunciado su traslado a la Comunidad Valenciana para seguridad de sus clientes y para mantenerse dentro de la zona euro. De acuerdo con Bloomberg, en la reunión, los representantes del Cículo habrían solicitado a Puigdemont que "eliminara directamente la sombra de una declaración diciendo que no va a suceder", de acuerdo con Jordi Alberich, que estuvo presente en la reunión. Las empresas estarían pidiendo que el presidente anunciara esta decisión antes de la apertura de las bolsas, ante la expectativa de que los inversores continuaran penalizando a todas estas empresas. "La situación es un gran desastre. A pesar de todo creo que alguna solución se encontrará a través de una negociación política razonable. No hay alternativa", explicó Alberich a la agencia norteamericana. El presidente catalán, sin embargo, no ha anunciado ningún acto público hasta el del próximo martes, cuando está previsto que intervenga en el Parlamento catalán y, aunque no está incluído en el orden del día, algunas formaciones políticas, como C's, creen que Puigdemont la aprovechará para declarar la independencia. Por el momento, la intervención se producirá en un horario muy poco habitual, como son las 18:00 horas de la tarde. Tampoco se descarta que JxSí y la CUP, como ha sucedido en otras ocasiones, puedan forzar un cambio en el orden del día para incluir una votación en la que se declare la independencia; una declaración que, sin embargo, cada vez parece menos probable. En los últimos días, la fractura interna en el gobierno catalán ha ido aumentando. Fuentes consultadas explican que la fuga de empresas, evidencia el fuerte impacto económico que podría generar una declaración de ruptura. Esta presión podría provocar que el gobierno catalán cambiara su estrategia; incluso se podría barajar convocar elecciones.