Aqualia, la filial de agua de FCC, ha ganado el contrato para operar la Estación depuradora de Aguas Residuales (EDAR) de Burgos. El pliego de condiciones exigía la entrega de una oferta técnica muy avanzada e innovadora, acorde con una propuesta económica sostenible y coherente, y precisamente ésta ha sido la gran baza de Aqualia. La entidad licitadora, Aguas de Burgos, en su proceso de evaluación ha desestimado dos ofertas económicas por ser consideradas "bajas temerarias". La empresa gestionará una EDAR diseñada para tratar un caudal medio diario de 156.000 metros cúbicos, lo que implica gestionar las aguas residuales de más de 1.000.000 de habitantes equivalentes. La nueva planta asegura la depuración de todos los vertidos de la ciudad de Burgos y su alfoz, produciendo efluentes con una calidad suficiente para su posterior reutilización. El contrato tiene una duración de cuatro años, prorrogables por otros dos, y una cartera de casi 13 millones de euros.