"Un producto espacial y especial" es como define Nacho Alonso -experto en e-commerce y uno de los cuatro integrantes del equipo-la nueva bebida Moon Water. Embotellada cada luna llena, sin azúcares añadidos y con producción puramente española, son las principales características del refresco que han desarrollado cuatro emprendedores asturianos -Nacho Alonso, experto en e-commerce y trasformación digital; Pablo Tresguerres, director creativo; Daniel Fernández, director de proyectos y producciones, e Ismael Sánchez, experto en marketing digital y contenido- con la intención de "llegar a la luna". Siendo el primer refresco en el mundo que reúne estas características, la luna llena del 5 de octubre fue la primera que le vio nacer. El producto, fabricado en Asturias, coincide cada mes para su embotellamiento en una misma cita: la luna llena. Sus ingredientes son jengibre, lima limón y agua carbonatada. "Teníamos que ser diferentes en todo para poder competir con grandes multinacionales", es lo que piensa Daniel Fernández. La idea de Moon Water nace de una conversación entre amigos, una noche cualquiera, en un bar, momento que identificaron, debido a la concurrida vida nocturna que hay en España y la preocupación por cuidarse, la necesidad de crear un refresco -perfecto para tomar sólo o acompañado, ya que también combina con bebidas alcohólicas como el whisky, vodka, ron o ginebra- que no tuviera azúcares añadidos y dotado de incomparable personalidad. Está diseñado a manos de uno de los referentes del diseño corportativo y artístico, Óscar Mariné, quien ha conseguido plasmar la esencia de la bebida en su envoltura y transmitir los valores del producto. El discurso que acunó el presidente americano John F. Kennedy: "Elegimos ir a la luna. No porque sea fácil, sino porque es difícil", ha sido apropiado por los creadores del refresco espacial y especial. "Después de 48 años de que Neil Armstrong se convirtiera en el primer hombre que pisó la luna, vuelve Moon Water", apuntan. La marca recién estrenada, tiene vocación internacional, y pretenden fabricar bajo la luna llena de varios países. Tan diferente es su producto, que en cada lata encontramos detallada la fecha exacta de su producción y -en un futuro-los diferentes destinos de su embotellamiento. Los emprendedores asturianos también alegan el "lujo accesible" que comprende, ya que sin perder su carácter diferenciador de cualquier otra, podrá ser consumida a un precio razonable-1,2 euros- para cualquier público.