El crecimiento cae del 10% al 2% en apenas un mes por la ofensiva soberanistaLa preocupación del Gobierno por los efectos colaterales en la economía del conflicto catalán ya es palpable en todos los ministerios. Después de la advertencia el pasado martes de la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría sobre el perjuicio que la situación en Cataluña puede tener en las cifras de turismo, ayer fue el ministro de Energía, Industria y Turismo, Álvaro Nadal, quien confirmó en una jornada sobre turismo de compras el "frenazo" en la llegada de visitantes a Cataluña en el mes de septiembre como consecuencia de la tensión social. Según Nadal, la "ligera estacionalización" del flujo tras los atentados de Las Ramblas y Cambrils ha pasado ahora a ser un cese de la llegada de turistas a Barcelona. Restablecer la normalidad "Antes de los atentados el turismo crecía al 10 por ciento, y conforme ha avanzado el mes de septiembre se ha situado en el 2 por ciento", explicó el titular de Turismo durante el tercer Summit Shopping, Tourism & Economy celebrado en Madrid. También la ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez, alarmó ayer en este mismo foro sobre los empleos que se pueden ver afectados en Cataluña por la coyuntura. Así, valoró como "esperanzador" el anuncio de los sindicatos minoritarios catalanes de suspender lo que la ministra calificó de "huelga general irracional". "Es bueno que se restablezca la normalidad y el sentido común porque hay personas que quieren seguir trabajando", señaló Báñez al tiempo que reclamaba "respeto a la ley" y a la democracia para garantizar el crecimiento económico y la recuperación de empleos. Críticas de los hoteleros Durante la jornada, los hoteleros se mostraron muy críticos con las tasas turísticas que, en su opinión, pueden ralentizar el crecimiento del sector. "No estamos contentos con la distribución que se está haciendo a las tasas, especialmente con la de Barcelona. Si la tasa es la solución, ésta tiene que ser finalista y con visión de largo plazo independiente de los vaivenes políticos", aseguró Alfonso del Poyo, vicepresidente de Meliá. El presidente de Hotusa, Amancio López, calificó las tasas de "demogógicas" y dijo que no pueden ser finalistas, "porque realmente son impuestos y los impuestos no pueden estar destinados a un fin específico por su propio planteamiento". Los hoteleros españoles insistieron, por otro lado, en que las dotaciones presupuestarias en materia de promoción turística en España son "insuficientes" y apuntaron que, teniendo en cuenta la aportación económica del turismo al país, se deben realizar planes estratégicos a largo plazo que sorteen también los "intereses y vaivenes políticos". En este sentido, los directivos de Meliá y Hotusa aseguraron que es fundamental aumentar los esfuerzos en promoción para conseguir un turismo de calidad, dirigido al segmento que busca algo más que el sol y playa y elige ahora la autenticidad.