La Eurocámara debate hoy por primera vez sobre el desafío secesionistaCataluña ha dejado de ser un asunto doméstico. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, observa cada día cómo se le escapa de las manos el control de las imágenes y del debate político más allá de las fronteras nacionales. El efecto de bola de nieve parece que ya difícilmente se detendrá hasta que no se alcance una solución definitiva, que ahora nadie puede imaginar. Como muestra de ello, el asunto catalán llegó ayer hasta el colegio de comisarios, cerebro político de la Comisión Europea, en una clara señal de la inevitabilidad de abordar un problema político que hasta hace poco resultaba demasiado tóxico para ser abordado en público. El pleno del Parlamento Europeo debatirá hoy sobre el respeto del Estado de Derecho y de los derechos fundamentales en Cataluña, en un debate extraordinario incluido en el orden del día ayer por la tarde y tras por los incidentes registrados durante la jornada del referéndum ilegal del domingo. Así lo acordaron una mayoría de grupos, que optaron por validar el enunciado propuesto por los Socialistas y Demócratas (S&D) Constitución, Estado de Derecho y ferechos fundamentales en España a la luz de los acontecimientos en Cataluña-, que contó con el apoyo del Partido Popular Europeo (PPE) y de los Liberales (Alde). Aunque será la primera vez que el pleno de la Eurocámara dedique un debate al desafío secesionista, de momento, el Ejecutivo comunitario rechaza la petición de mediación realizada por la Generalitat."No hemos discutido lo que la Comisión debería hacer", dijo su vicepresidente, Jyrki Katainen, recordando que no son parte en la disputa entre Madrid y Barcelona, pero reiterando la llamada de Bruselas a que ambas partes se sienten, calmen la situación y dialoguen. La irrupción ultraderechista Sin embargo, la calma y el diálogo son extrañas en la tormenta política desatada por el desafío independentista catalán. Y cuando se huele la sangre en el costado de la UE, los grupos antieuropeos y de extrema derecha aprovechan para salir a la caza de la Unión. Ayer, el eurodiputado británico, Nigel Farage, principal impulsor de la salida de su país del bloque comunitario, lanzó el primer zarpazo. "Incluso en mis críticas más duras hacia la UE por ser antidemocrática, nunca pensé que iba a ver la policía de un Estado miembro hiriendo a novecientas personas en un intento de evitar que voten," dijo el otrora líder de UKIP. El PP y el PSOE salieron en tromba. "No acepto lecciones de democracia de alguien a quien no considero demócrata", replicó el jefe de los populares en la cámara, Esteban González Pons. El eurodiputado socialista, Ramón Jáuregui, avisó a los independentistas catalanes de que "no puede haber peor amigo y apoyo al nacionalismo, en Europa y en el mundo, que el de Farage, la ultraderecha". El eco que tuvo la crítica de Farage a las maneras democráticas de España provocó la intervención del presidente de la Eurocámara, Antonio Tajani. El italiano recordó que España es "un país democrático, el Rey se batió contra el golpe de Estado, y Felipe González y Adolfo Suárez construyeron una gran democracia". Además, como medida de contención previa al Pleno de hoy , el líder del PP Europeo en la Eurocámara, Manfred Weber, echó un capote a Rajoy señalando que resulta "positivo" que se discuta sobre el referéndum en Cataluña en el pleno, pero recordó que continúa siendo un "asunto interno". Algo tarde para volver a meter al genio en la botella.