Tanto el BCE como la Fed son conscientes de que un paso en falso en su política monetaria puede poner patas arriba los mercados. Al fin y al cabo, su misión es conseguir una normalización monetaria cuando ni la inflación de precios ni salarios lo justifica. Explicamos por qué la compañía de Jeff Bezos es una de las culpables de que los bancos centrales se hayan quedado sin esos apoyosLa vuelta al cole de los mercados ha venido marcada por la dicotomía a la que se enfrentan los bancos centrales a la hora de elaborar sus hojas de ruta para iniciar (o proseguir, según el banco central) su política de retirada de estímulos, en el caso del BCE como paso previo al inicio de la subida de tipos de interés. Pero los bancos centrales han compartido los meses de verano el protagonismo con una empresa de sobra conocida: Amazon. Su decisión de comprar Whole Foods ha puesto en jaque a todo el sector de la distribución que ve con la operación el principio del fin de una guerra de precios. Ambos protagonistas del mercado mantienen además una relación muy directa y ese es el tema con el que Inversión a Fondo, la revista digital de elEconomista dedicada íntegramente a fomentar la educación financiera en nuestro país, ha decidido volver al cole. Por qué Yellen y Draghi también temen a Amazon En los últimos años los bancos centrales se han visto obligados a pasar de luchar contra la inflación a buscarla desesperadamente. Y es que pese a todos los estímulos que se han inyectado en el mercado en los últimos años, la tasa de inflación sigue muy por debajo de sus estimaciones incluso en un contexto de crecimiento económico como el actual. No es lo único que no repunta, ya que tampoco los salarios están creciendo de manera boyante. De entre todas las causas que explican este nuevo fenómeno hay una que está directamente relacionada con lo que se ha llamado el "efecto Amazon". Y es que el aumento del uso de las tecnologías entre los consumidores y las fuertes inversiones que están teniendo las tecnológicas en sectores tradicionales y en la robótica, están provocando un aumento de competencia empresarial y también laboral que se traduce en bajas inflaciones y salarios, lo que dificulta los planes de los bancos centrales para conseguir la tan ansiada normalización monetaria. Nos creemos el 'rally' del mercado brasileño Justo este mes de septiembre se ha cumplido el primer aniversario de la llegada al poder de Michel Temer como presidente de Brasil. Su desembarco se produjo en medio de una profunda recesión del país y con el real y la bolsa brasileña bajo mínimos. Hoy, un año más tarde, ambos mercados rebotan con fuerza apoyados por austeridad económica que ha impulsado un presidente que gusta al mercado, pese a que se empieza a hablar de nuevos vínculos con tramas corruptas, y por la recuperación del mercado de materias primas, uno de los grandes apoyos de la economía brasileña. Y los expertos creen que este contexto positivo no ha terminado. ¿Será más caro comprar fondos a partir del año que viene? En enero de 2018 entra en vigor la Directiva Europea Mifid II que promete ser una gran revolución en la industria de fondos. Aunque el borrador para su transposición en España aún no ha sido aprobado, por lo que está pendiente ver quién y en qué circunstancias podrá seguir cobrando retrocesiones por la venta de fondos, sí está claro que la Directiva introduce una lista tan amplia de requisitos para las gestoras que acarrean grandes costes. La duda está en cuáles de estos costes asumirán las gestoras y cuáles trasladarán al inversor de fondos. El 'boom' del paladio anticipa la muerte del diésel El paladio, metal que se utiliza sobre todo en los coches de gasolina, acumula en el año una rentabilidad del 34 por ciento, convirtiéndose en la materia prima más alcista del año. Su gran competidor, el platino, tan solo logra avanzar un 2 por ciento debido entre otras cosas al cada vez menor interés que hay entre automovilísticas y gobiernos por impulsar los coches con motor diésel, una de las grandes fuentes de demanda del platino. No en vano, entre esos gobiernos está el de China, uno de los mayores productores de automóviles del mundo.