Ayer se confirmó el nombramiento de excanciller alemán Gerhard Schröder como presidente del Consejo Directivo de la rusa Rosneft, lo que ha provocado numerosas críticas en Alemania, especialmente procedentes de su propio partido. Los socialdemócratas quisieron eludir este tema durante la campaña electoral y Martin Schulz, el candidato a la cancillería, incluso declaró que "yo no aceptaría ese cargo". Schröder lo aceptó ayer y declaró que está "tremendamente orgulloso de haber sido nombrado no solo parte del Consejo Directivo, sino su director". A Angela Merkel tampoco les gustan estos lazos con Rusia.