La ANC y Òmnium llaman a 'ocupar' los centros para que no puedan cerrarseEn una puesta en escena muy estudiada, el portavoz del Gobierno catalán, Jordi Turull; el vicepresidente, Oriol Junqueras, y el conseller Raül Romeva, convocaron a un acto a periodistas para aportar información sobre el 1-O. Negando la evidencia de que la consulta del próximo domingo no tendrá ninguna validez legal y que, sin embargo, tensiona de forma muy importante a la sociedad catalana, Turull repasó los más de 2.300 colegios electorales que se activarán el domingo, Junqueras declaró su amor por las "tierras y las gentes de España" y Romeva, con unos eslóganes en inglés con los que parecía que buscaba confundir a la prensa internacional, insistió en que el domingo no se "votaba por la independencia, sino por la Democracia", como si el 1-O no fuera nada más que otro 9-N. También negó que el referéndum sea "ilegal", aunque esté suspendido por el Constitucional. Aunque el broche final del acto fue la presentación de una urna con el sello de la Generalitat, pocos minutos después el ministro portavoz del Gobierno, Íñigo Méndez de Vigo, daba un baño de realidad al Govern con las razones que explican que lo que suceda mañana no será un referéndum: "No cuenta con sindicatura, no hay papeletas, tampoco se ha celebrado una campaña ecuánime, no hay censo, no hay documentación oficial...", repasó Méndez de Vigo, durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. La realidad es que, a dos días de la celebración del referéndum, el Gobierno catalán continúa fingiendo que la consulta será normal y "se podrá votar"; aunque él mismo ha violado su propia Ley del Referéndum, ya que la organización de la consulta "está en manos de la gente" y no del Govern. Las entidades independentistas están teniendo un papel principal en ello. El propio Jordi Turull confesó ayer que a dos días del 1-O no existe una Sindicatura electoral capaz de acreditar los resultados -huyeron en pleno cuando les multó el Tribunal Constitucional- y adelantó que se nombrará otra, pero que la identidad de sus componentes permanecerá en secreto hasta el mismo domingo para "evitar las multas", insistió. "Ya saben cómo se las gastan", comentó a la prensa. Turull prometió que los resultados serían fiables por la calidad de los miembros que formarían este órgano. Por su parte, la Agencia de Protección de Datos adelantó que la participación en mesas podía conllevar multas comprendidas entre los 40.000 y los 300.000 euros. Los voluntarios, al mando La consellera de Educación, después de que ya lo hubiera hecho el conseller de Salud, asumió ayer la responsabilidad de los colegios electorales. No obstante, son las entidades soberanistas las que están movilizando a la gente para asegurar los colegios. La ANC y Òmnium llamaron ayer a mantener los colegios abiertos a partir del viernes a las 17:00 horas.