El récord de financiación de la deuda alcanzó el 0,88% el 30 de septiembre de 2016 y hoy se sitúa en torno al 1,61%Hace justo un año, los inversores exigieron a España el menor interés de su historia por financiar su deuda a largo plazo. El bono español a diez años tocó suelo con una rentabilidad del 0,88 por ciento que los expertos juzgan irrecuperable, ante la expectativa de que el Banco Central Europeo suba los tipos en 2018 ó 2019. Desde sus mínimos históricos, el bono español genera pérdidas del 7 por ciento por precio, aunque el italiano aún lo supera, con unas minusvalías cercanas al 9 por ciento desde agosto de 2016, mes en que registró el rendimiento más bajo de su serie histórica. El récord de financiación también ha tenido su efecto cascada y ha beneficiado a empresas privadas como Telefónica, que llegó a financiar en el mercado un bono a 15 años por debajo del 2 por ciento. Asimismo, hace un año Ferrovial lo logró al 0,375 por ciento a 6 años y Enagás, a solo el 0,75 por ciento a una década. Sobre el movimiento que tomará el interés al que se financiarán los títulos de deuda soberana española en los próximos meses, Gonzalo Ramírez Celaya, director de renta fija y estructurados de Tressis, opina que "estará por debajo del 1,63 por ciento porque las bajas expectativas del IPC subyacente nos están castigando". Todos los grandes mercados de renta fija en Europa acumulan pérdidas desde sus mínimos, también los bonos a diez años de Alemania, que retroceden en torno al 6,2 por ciento desde julio del año pasado, y los de Francia, que han visto unas minusvalías cercanas al 6 por ciento. El giro en el mercado de bonos desde mínimos se produjo a medida que mejoraban las expectativas de inflación -el mandato de Draghi es situar el IPC cerca pero por debajo del 2 por ciento- y los inversores ponían en precio una subida de tipos.