Los requisitos medioambientales a nivel europeo, nacional y local, los avances tecnológicos y las nuevas tendencias que fomentan compartir y maximizar la utilización de los recursos para ofrecer servicios de movilidad combinada utilizando los distintos medios de transporte están revolucionando la movilidad en nuestras ciudades. Aplicaciones donde los propietarios privados ceden su vehículo a terceros, donde los usuarios comparten trayecto o plataformas de carsharing son ya una realidad. Dentro de esta última modalidad, se ofrecen soluciones en las que el vehículo, coche o moto, es eléctrico. Un tipo de vehículo que cada vez es más popular en las ciudades y que son menos contaminantes que los de combustión tradicionales, gracias a los esfuerzos que está realizando el sector eléctrico en los últimos años, con la incorporación de tecnologías de generación a partir de fuentes renovables. Sin embargo, su funcionamiento lleva asociado un servicio de recarga que supone un importante reto para el sector eléctrico. En gran medida, la minimización del impacto medioambiental que supone esta nueva movilidad eléctrica está en manos de los gestores de cargas. Más allá de la simple reventa de energía, los gestores de carga, como es Engie en España, aportan la gestión en el momento de la recarga con un doble objetivo: reducir el impacto de la recarga en el sistema eléctrico y optimizar el coste del suministro, tanto en energía consumida como en potencia contratada. Engie en España, como gestor de este servicio, ofrece el nivel máximo de optimización aplicando su conocimiento, probada experiencia y liderazgo en materia de eficiencia energética permitiendo cubrir todas las necesidades de sus clientes. Engie cuenta con un equipo especializado en movilidad sostenible que da servicio a sus clientes tanto en lo relacionado con la gestión de recarga en sí como en servicios de consultoría personalizada. Pero los cambios no se limitan a esto. Los avances tecnológicos pronto nos permitirán ver coches conectados con el gestor de cargas para optimizar el momento del consumo eléctrico desde la red, pero conectado también con la instalación de autoconsumo de nuestra vivienda o comunidad para optimizar el coste de la energía consumida. Coches conectados con las infraestructuras públicas para optimizar trayectos o minimizar el tiempo de estacionamiento, etc.