Rabaja la rentabilidad del plan a tres años que culmina en 2018 por el coste de hasta 200 millones de las catástrofesLas últimas inclemencias meteorológicas acaecidas en América se van a comer una cuarta parte del beneficio de Mapfre este año y va a provocar una moderación en sus objetivos financieros previstos en el plan 2016-2018. La compañía informó ayer que los huracanes sufridos en las últimas semanas en el Caribe y Estados Unidos -Harvey, Irma y María- y los terremotos de Méxicos le supondrán un coste de en torno a 150 y 200 millones sobre el resultado del ejercicio. El año pasado la aseguradora ganó 775 millones y las previsiones de los analistas para este año avanzaban unas ganancias ligeramente por encima de los 800 millones. Hasta junio la cuantía alcanzó los 415 millones. Mapfre informó al regulador bursátil en la tarde de ayer que estas estimaciones se basan en la valoración de los impactos en las zonas afectadas sobre la cartera de riesgos y en el negocio. Estos costes extraordinarios han obligado a Mapfre a revisar a la baja sus expectativas para el cierre del próximo ejercicio, cuando esperaba contar con una rentabilidad sobre recursos propios medios de un 11 por ciento y una ratio combinada -siniestros sobre ingresos- del 96 por ciento, objetivos que fueron anunciados en 2016. La compañía explicó que cuenta con una política de riesgos que contempla eventos de tal intensidad como los sucedidos al otro lado del Atlántico desde finales de agosto y que dispone de una protección adicional para posibles catástrofes que puedan sucederse gracias al reaseguro, por lo que el efecto sobre las cuentas sería inferior al estimado ahora. La cotización de Mapfre se ha visto afectada por los huracanes, ya que suma una caída del 8 por ciento desde entonces.