Citibanamex augura un impacto en el crecimiento económico azteca del 0,1%El sismo del pasado 19 de septiembre tendrá un impacto de 0,1 por ciento en el crecimiento anual del Producto Interno Bruto del país, equivalente a 21.000 millones de pesos (984 millones de euros, aproximadamente, al cambio actual), calculó el departamento de análisis de CitiBanamex. Pese a los daños millonarios, la institución financiera consideró que los daños económicos generados el desastre natural se revertirán al cierre de este año o en el primer trimestre de 2018. "En el corto plazo podríamos ver un impacto negativo que se concentraría en el final del tercer trimestre, pero durante el cuarto trimestre empezaríamos a ver una recuperación que vendría de la inversión que se necesita para la reconstrucción, lo que compensaría la pérdida en la actividad productiva por el impacto del sismo", dijo Miriam Ruvalcaba, analista de Citibanamex. Ante estos cálculos, el banco espera una reducción de 0,1 por ciento en su estimación del crecimiento anual de la economía, debido al impacto en las zonas donde tuvo mayores efecto del sismo, donde la Ciudad de México, Puebla y Morelos concentran poco más de 28 por ciento del PIB del país. "No estamos viendo que haya afectaciones en los canales de distribución y el impacto está en la reducción de días laborables. Aunque es una región importante para la actividad económica son pocos días y después se disipa", añadió la especialista. Rubalcaba añadió que desde el punto de vista de finanzas públicas el gobierno tiene los recursos suficientes para ayudar en la recuperación de toda la riqueza que se destruyó, con lo cual no se necesitarían ajustes extraordinarios en el Presupuesto de 2018. "Estamos bastante confiados que los efectos de la reconstrucción van a ayudar a la recuperación en un periodo breve", explicó la especialista. "No prevemos que ajusten el presupuesto, porque existen los recursos destinados para ello, como el Fondo de Desastres Naturales (Fonden), y hay otros mecanismos para obtener capital extraordinario como fondos de emergencia, bonos catastróficos, entre otros que creemos que sí van a ayudar a dar los recursos que necesita el gobierno", añadió Rubalcaba. Citibanamex explicó que hay dos fuentes de fondos para la reconstrucción, el primero del Fonden, que para 2017 cuenta con 9.000 millones de pesos (422 millones de euros) y los Bonos catastrófico, emitidos en agosto por 150 millones de pesos (7 millones de euros). "Todavía tenemos que deducir de los primeros los fondos desembolsados para los esfuerzos de reconstrucción en Oaxaca y Chiapas, impactados por el terremoto hace un par de semanas, así como determinar si aplican los determinantes de pago del Bono catastrófico, pero para propósitos de política, debe ser claro que la opción preferida es la política fiscal", añadió. En opinión del departamento económico de Banorte, México tiene mejores instrumentos fiscales para enfrentar los efectos del fenómeno natural. Mejor preparados "En contraste con 1985, cuando México estaba saliendo de una de sus peores crisis de balanza de pagos, justo después de la nacionalización del sistema bancario que canceló prácticamente todas las inversiones del sector privado, el gobierno federal ha creado un fondo para hacer frente a desastres naturales. Un mayor número de edificios están asegurados en comparación con ese año", informó la firma. Así, Banorte añadió que la destrucción provocada por el sismo no elimina ni desacelera el crecimiento del PIB, sino que es el número de días que el desastre impide que la actividad económica suceda lo que llega a desacelerar el crecimiento. "A pesar de que el terremoto dejó atrás todavía algunos edificios destruidos y hay un número de personas sin hogar, la actividad económica no ha parado en absoluto, con muy pocas excepciones en pequeñas ciudades y particularmente en zonas muy acotadas", explicó. Banorte también descartó impacto en la inflación debido a que el índice en México no incluye materiales de construcción desde el año 2010, que son los que podrían enfrentar algunas presiones durante la fase de reconstrucción, además de que las tiendas departamentales y autoservicios firmaron un acuerdo entre sus miembros para evitar subir cotizaciones de los productos más demandados después de un terremoto.