Las medidas adoptadas por el Tribunal Constitucional contra los miembros de la Sindicatura electoral provocaron una dimisión de todos sus miembros. El Tribunal decisió imponer el jueves multas comprendidas entre los 12.000 y los 6.000 euros diarios a los miembros de la sindicatura, encargados de la logística del 1-0. Este órgano, creado tras la aprobación de la Ley del Referéndum, estaba formado por independentistas y sus funciones eran encargarse de toda la organización del referéndum y velar por el escrutinio de los votos y el resultado definitivo. Las multas, sin embargo, han provocado la disolución del órgano, aunque, de acuerdo con la Agencia Catalana de Noticias (ACN) habría sido el Gobierno catalán el que habría solicitado que el órgano se disolviera y que cediera sus competencias a "entes públicos, académicos e internacionales". Esta renuncia es otro golpe para los intentos del Govern por mantener vivo el referéndum, a pesar de que el presidente de la Generalitat sigue insistiendo en que se realizará con todas las garantías. Junqueras, sin embargo, el jueves preparó el terreno para que no fuera así. Ese día, a última hora de la tarde, Puigdemont insistió en que la Generalitat contaba con un plan de contingencia para poder realizar el referéndum, a pesar de las incautaciones de material electoral, la detención de buena parte de los encargados de su organización y de la más que probable disolución de la sindicatura, algo que se concretó ayer por la tarde. Los actos a favor del referéndum también se mantienen y ERC incluso ha cambiado su lema de la campaña a "Rajoy o República". Este movimiento podría anticipar que el Gobierno catalán se está preparando para unas elecciones. Puigdemont se había comprometido a convocar comicios autonómicos solamente si ganaba el 'no' en el referéndum.