La compañía T-Mobile, el tercer mayor operador de telefonía móviles de Estados Unidos y filial de la alemana Deutsche Telekom, explora estos días la posibilidad de tomar el control de su competidor Sprint Corp, cuarto operador en aquel mercado. Inicialmente, T-Mobile está analizado un acuerdo de compra de acciones, una vez que el grupo japonés SoftBank anunciara su deseo de desprenderse de su participación mayoritaria, según indicaron a Reuters fuentes conocedoras de la situación. Tanto Sprint como T-Mobile declinaron realizar declaraciones, si bien ha trascendido que no han iniciado el preceptivo proceso de due-dililgence (análisis exahustivo de las cuentas) ni mucho menos han acordado el porcentaje de intercambio de acciones. Sin embargo, las compañías han acordado que John Legere, el jefe ejecutivo de T-Mobile, sea el futuro primer ejecutivo de la reforzada la compañía resultante. Las acciones de Sprint se revalorizaron ayer el 8,2 por ciento al cierre de esta edición, mientras que las de T-Mobile repuntaron el 5,3 por ciento después de que CNBC informara sobre el progreso de las conversaciones.