Sacyr obtuvo un beneficio neto de 60,4 millones de euros en el primer semestre del año, lo que implicó un descenso del 6,3 por ciento en relación al mismo periodo de 2016. Un recorte que viene propiciado por los menores extraordinarios de este año frente al anterior (tres hospitales en Portugal). Y todo ello a pesar de la mayor aportación derivada de la participación del grupo en Repsol, que ascendió a 39 millones. Sin las plusvalías de 2016, habría ganado un 36 por ciento más. Sacyr logró mejorar su cifra de negocios un 7,7 por ciento, hasta 1.522,6 millones. Se apoyó en la positiva evolución de las actividades de industrial (+38 por ciento) y servicios (+16,1 por ciento), que compensaron las caídas en construcción (-8,1 por ciento), afectada aún por la retracción en España, y concesiones (-1 por ciento). Mientras, el resultado bruto de explotación (ebitda) mejoró un 15,7 por ciento, hasta 190,8 millones. Asimismo, la firma española consiguió elevar el margen bruto hasta el 12,5 por ciento, frente al 11,7 por ciento de un año antes. Por su parte, la cartera de negocio se reforzó durante el semestre con proyectos en Colombia, Paraguay y Perú, de forma que ya suma 30.165 millones, un 14,3 por ciento más que en junio de 2016. Entretanto, Sacyr continuó reduciendo su deuda financiera. Al cierre del primer semestre se situó en 2.986 millones, un 27,4 por ciento menos que en el mismo periodo de 2016, cuando ascendía a 4.134 millones. En el segundo trimestre, se redujo en 802 millones, gracias, fundamentalmente, a la cancelación del crédito ligado a la participación en Repsol. El grupo de infraestructuras ha recortado el valor recuperable del 8,2 por ciento que tiene en la petrolera a 15,4 euros por acción, después de que en febrero lo subiera desde 15,6 euros a 16,8 euros. El motivo de esta bajada está en el ajuste realizado por Repsol en el semestre como consecuencia de la negativa evolución del dólar. Mientras, el grupo que preside Manuel Manrique confía en que el arbitraje que ha abierto con otros accionistas de Itínere contra Corsair se resuelva en un plazo de seis a ocho meses, momento en que retomarían la venta.