Vivendi anunció ayer que obtuvo unas ganancias de 176 millones entre enero y junio, lo que supone un 80,7 por ciento respecto al mismo periodo del año anterior, hasta los 176 millones de euros. Ese descenso, según un comunicado emitido por la empresa francesa de comunicación, está ligado al impacto favorable de ciertos elementos no recurrentes, como la plusvalía neta por la venta de la participación residual de Vivendi en Activision Blizzard en enero de 2016. Solo en el segundo trimestre, su resultado neto progresó un 50 por ciento, hasta los 75 millones de euros. Su beneficio operativo ajustado de enero a junio cayó un 9,2 por ciento, hasta los 352 millones de euros, una tendencia a la baja que cambió en el segundo trimestre, donde aumentó un 16 por ciento, hasta los 203 millones. La facturación aumentó un 7,8 por ciento en el primer semestre, hasta los 5.437 millones de euros, debido a la progresión de Universal Music Group (+14 por ciento) y a la ligera mejora del Grupo Canal+.