El retraso de Madrid y Cataluña en la entrada de la Fase 1 amenaza los dos principales motores de la economía Española. La decisión del Govern de no dejar avanzar a la comunidad catalana (solo pasan Alto Pirineo-Arán, Campo de Tarragona y Tierras del Ebro) y el rechazo del Ejecutivo central a la entrada de la Comunidad de Madrid en el siguiente ciclo de la desescalada ponen en jaque más de 540.000 millones de euros de la economía española, cuantía que aportan al PIB del país y que supone el 45% del mismo. Entre los sectores más afectados por esta decisión, destacan tres de los que proporcionan la mayor riqueza a estas zonas, la hostelería, el comercio y el turismo. Todos coinciden en la misma premisa: la situación es dramática. La Fase 1 permite la apertura de las terrazas, con un aforo limitado al 50%, y de los hoteles con la excepción de las zonas comunes. Ahora, tendrán que esperar, al menos, una semana más. Según los cálculos de la Confederación Española del Comercio (CEC), que agrupa a pequeñas y medianas empresas, solo han abierto sus puertas en esta última semana dos de cada diez locales. El porcentaje es algo mayor, sin embargo, en las tiendas de estética y peluquería, donde casi la mitad sí que han abierto sus instalaciones.Eduardo Zamácola, presidente de la patronal textil Acotex, asegura que "tras dos meses con los comercios cerrados, es fundamental que empezemos a reaccionar y se reactive el comercio porque sino la crisis económica va a ser mucho más grave que la sanitaria". Zamácola pide "pasar a la Fase 1 lo antes posible".Hay que tener en cuenta, además, que el retraso de la fase 1 pone en peligro también, lógicamente, la entrada en la segunda, en la que iba a estar permitida la apertura de las grandes superficies comerciales, de más de 400 metros cuadrados. Anged, la patronal de empresas como El Corte Inglés, Ikea, Leroy Merlin o Media Markt, había advertido ya que el retraso en la apertura de estos establecimientos -inicialmente estaba prevista también para el lunes si no estaban ubicados en centros comerciales- pone en riesgo un total de 5.000 puestos de trabajo.Desde la asociación de hosteleros de Madrid, su director Juan José Blardony señala que "la situación es dramática para muchas empresas". No obstante, dice también que "aunque reclamamos libertad para poder abrir, entendemos que es muy importante no dar un paso atrás y hay que ser responsables si los índices sanitarios no son los adecuados". Por su parte, Hilario Alfaro, presidente de Madrid Foro Empresarial, considera que no cree que haya sido una decisión fácil, ya que manda el problema sanitario. "Los empresarios y los trabajadores somos los primeros que estamos deseando que nuestras empresas funcionen que normalidad, pero tenemos que solucionar primero la crisis sanitaria, después tendremos que solucionar la crisis económica y entre todos evitar llegar a una crisis social", advierte Alfaro. En la misma línea la patronal Ceim alertar de las graves consecuencias en la economía y el empleo de la falta de actividad, lo que "ya está pasando una tremenda factura a la sociedad madrileña y española".Tanto la hostelería como el pequeño comercio están sufriendo graves problemas de liquidez y las principales organizaciones empresariales han advertido ya de que habrá una oleada de cierres y despidos. Por otro lado, el retraso de la fase 1 en las dos grandes urbes también afectará a los hoteles que tendrán que retrasar sus planes para la repaertura parcial que permitía el nuevo paso. No obstante, para aquellos establecimientos del resto del país que sí puedan abrir sus puertas, la apertura será mínima mientras no se permita la movilidad entre provincias y la llegada de clientes escasa, por lo que buscan potenciar la marca España. Foco en el turismo internoA tan solo 48 horas de que empiece este nuevo escenario, el sector hotelero se encuentra sin un plan concreto desde el Ministerio de Sanidad. Un hecho que deberá llegar en los próximos días, aunque "no se esperan reaperturas masivas". Así lo confirma Miguel Mirones, presidente del Instituto para la Calidad Turística de España (ICTE), que aboga por potenciar el turismo dentro de España para afianzar el país como un "destino seguro" que luego se relanzaría con los viajes desde el exterior. Cabe recordar que Madrid y Barcelona son las ciudades que más turistas reciben, la primera con casi 10 millones de visitantes al año, y la segunda con 9 millones. Ramón Estalella, secretario general de la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (CEHAT), va más allá y confirma su preocupación por los lugares de islas y playas que "dependen mucho del turismo extranjero". Cuando el pasado 28 de abril Pedro Sánchez anunció el plan de la desescalada, el Ejecutivo dejó claro que a partir de la Fase 1 los hoteles podrían reabrir sin utilización de las zonas comunes, que alcanzarían un tercio de su aforo en la segunda fase y el 50% en la tercera. Esta era una de las escasas medidas recogidas hacia estos establecimientos, que sin embargo desapareció en lo publicado en el BOE. Así pues, se dejó los mandos de una instrucción técnica referente para todo el sector a Calidad Turística de España y Cehat, en colaboración con la Secretaría de Estado de Turismo. De esta forma, todos los entes involucrados se pusieron manos a la obra para detallar un borrador de cara a la Fase 1. Un texto que ahora está en manos de Sanidad y deberá ser aprobado "en el menor tiempo posible" para marcar unos requisitos fundamentales a la hora de la repaertura de los hoteles."No sabemos cuándo se dará el visto bueno al borrador, pero la respuesta deberá ser rápida porque todo el mundo entiende la importancia que tiene para el sector turístico", detalla Mirones. El presidente de Icte, agradeciendo "el esfuerzo de todos", demanda que esta luz verde vaya acompañada de medidas para revitalizar el turismo como la prolongación de los Ertes más allá del estado de alarma.Todo ello hará de España "un destino seguro" que trate de volver a potenciar la marca del país dentro del turismo. Sin embargo, estos planes desde las instituciones irán siempre sobrecogidos a la evolución de la pandemia y que se permita los viajes entre distintas provincias.Algo actualmente prohibido, salvo causas excepcionales, y que fija un horizonte a corto plazo muy complicado para los hoteles. "Hasta que no se produzca la libertad de movimiento entre provincias, la reapertura va a ser mínima", confirma el líder de Calidad Turística, en una afirmación en la que coincide Estalella. "Los establecimientos de islas y playas, que dependen mucho del extranjero, no abrirán porque con los españoles que se puedan mover no cubrirán todas sus plazas. Es fundamental que para que haya clientes la gente pueda trasladarse de un lugar a otro", remarcan desde la patronal hotelera.