Lagarde se mantiene firme y plantea la cuestión de comprar 'bonos basura'Las tensiones en el seno de la Unión Europea han alcanzado niveles muy preocupantes esta semana. Después de que el Tribunal Constitucional alemán sentenciase el martes que el Banco Central Europeo (BCE) tiene tres meses para justificar la proporcionalidad de las compras de deuda que ha llevado a cabo en los últimos años, la máxima autoridad judicial de la Unión Europea, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), se ha visto directamente atacada por el organismo alemán. El viernes desacreditó rotundamente al tribunal germano, en un comunicado en el que señaló cómo el propio TJUE es "el único competente para declarar que un acto de una institución de la Unión", como es el BCE, "es contrario al Derecho de la Unión", dejando claro que el Constitucional alemán no tiene poder sobre la institución que preside Christine Lagarde.Solo un día antes, Lagarde y Luis de Guindos, vicepresidente del BCE, dejaban claro, la primera en una webinar de Bloomberg, y el segundo en el Parlamento Europeo, que el organismo que dirigen solo rinde cuentas ante Europa, ya sea ante los representantes de los ciudadanos europeos en Bruselas (como hicieron ayer y hacen periódicamente), o ante una resolución que pueda tomar el TJUE. Leyendo entre líneas de estos mensajes que se lanzaron el jueves, todo parecía indicar lo que el viernes quedó todavía más claro: que el BCE no parece tener intención siquiera de atender a la petición del tribunal alemán, ya que la ley europea no le obliga a responder ante él.Sin embargo, el conflicto es serio, y así lo cree el TJUE, que en el comunicado del viernes lanzaba un mensaje al Constitucional alemán para que fuese consciente de la gravedad del asunto, que pone en peligro a toda la Unión Europea: "Las divergencias entre los órganos jurisdiccionales de los Estados miembros en cuanto a la validez de dichos actos pueden llegar a comprometer la unidad del ordenamiento jurídico de la Unión", señaló. Al fin y al cabo, si el BCE opta por hacer oídos sordos a la petición del tribunal alemán, estaría dando la espalda al máximo organismo judicial de la mayor economía de la Unión.El BCE y los 'bonos basura'Esta semana los expertos destacaban que el BCE seguiría adelante con sus compras de bonos a pesar de la sentencia, pero algunos, como el banco japonés Nomura, sí creían que esta tendría consecuencias indirectas, y que la posibilidad de que el BCE se lanzase a comprar bonos basura (sin calificación de grado de inversión para las agencias), algo que se baraja desde hace semanas, quedaba ahora casi fuera de la mesa.Sin embargo, el viernes llegó una clara señal de que el BCE está decidido a no cambiar su forma de pensar ni de actuar por la resolución alemana: según Reuters, el organismo ha puesto a sus equipos a trabajar esta hipótesis, para conocer los pros y los contras que pueda tener este movimiento. No parece descabellado que lo termine haciendo, teniendo en cuenta que seguiría los pasos de la Reserva Federal estadounidense, que lleva semanas haciéndolo.