La sentencia del Tribunal Constitucional alemán del martes, que obliga al Banco Central Europeo (BCE) a justificar sus programas de compras de bonos, o de lo contrario la justicia alemana prohibirá que el Bundebank siga participando en estas operaciones, no pone en peligro inmediato las compras de deuda de la entidad europea, aunque sí podría limitar ciertas medidas que pudiera estar preparando el organismo.Los expertos creen que el BCE va a ser capaz de justificar ante el tribunal sus medidas, y si no lo consiguiera, consideran que la entidad que preside Christine Lagarde tiene muchos mecanismos que podrá utilizar para poder seguir llevando a cabo sus planes.Podrá defender sus medidasLa principal defensa que tiene el BCE en esta pelea contra el tribunal alemán parece que será su capacidad de convencer de que las medidas adoptadas han sido necesarias. La sentencia es lo que pide: antes de tres meses del BCE debe justificar que su plan ha sido proporcional, algo que los expertos creen que va a poder hacer."Lo que más nos lleva a pensar que las compras de deuda de BCE no están en peligro es que el tribunal alemán concluye que la cuestión quedará zanjada si el BCE explica la proporcionalidad de sus acciones en más detalle. Teniendo en cuenta el gran departamento de análisis y la elocuencia de los expertos de la entidad, no tenemos ninguna duda de que va a ser capaz de probar esto en el futuro cercano", explican desde la gestora DWS, del banco alemán Deutsche Bank.Nomura entra más en detalle y señala cómo "la necesidad de compras de deuda como las que se han hecho creemos que no van a ser difíciles de justificar, desde un punto de vista monetario. Después de todo, desde que empezó el PSPP la inflación ha estado por debajo del objetivo del 2% en casi 1 punto porcentual, de media, y con los tipos por debajo del 0% parece evidente que el BCE no tenía otra alternativa". No afecta a la mayor parteOtra razón que esgrimen los expertos para argumentar que la futura expansión monetaria del BCE no corre peligro se encuentra en la propia sentencia del Tribunal Constitucional alemán, que no ha puesto en el punto de mira al programa por el cual el BCE está comprando más deuda en este momento.Se centra en los programas de compras de deuda que el BCE ha implementado durante los últimos años (los PSPP, o Public Sector Purchase Programme) y que todavía sigue en vigor, pero no tiene en cuenta al más importante de todos en este momento, que supone el grueso de las compras del BCE: el PEPP (Pandemic Emergency Purchase Programme), que se ha diseñado para la emergencia del coronavirus y cuyo tamaño es mucho mayor que el PSPP.Alternativas del BCEIncluso si el BCE no convenciese al tribunal con sus argumentos o si surgiese una sentencia similar en el futuro también contra el PEPP, los expertos explican que el BCE tendría otro as en la manga para poder seguir comprando. Al fin y al cabo, lo que hace el organismo es ser un comprador más de deuda en el mercado, y siempre y cuando haya deuda alemana en circulación, el BCE podría adquirirla e incluirla en su balance, como haría con cualquier bono de otro país. No podría comprar a través del Bundesbank, pero, como explican desde Nomura, "en el caso de que el Bundesbank quede fuera de juego por la sentencia (algo que no esperamos), el BCE podría hacer sus compras a través de otros medios, quizá usando los bancos centrales de otros países de la zona euro".Impacto en el 'high yield'Aun con todo lo anterior, la sentencia del Constitucional sí podría terminar teniendo cierto impacto en los planes del BCE, pero por otras vías. Las consecuencias que señala el banco japonés que podrían ocurrir tienen más que ver con los planes a futuro de la entidad europea, como la posibilidad de seguir a la Reserva Federal estadounidense y comprar bonos basura en sus programas, algo que se rumorea desde hace semanas, y que ahora podría quedar fuera de la mesa.Esto podría ser un chasco para los bonos de las firmas que tengan esa calificación –ver gráfico–, y también para quienes están solo un peldaño por encima, el caso de Amadeus, Siemens Gamesa y Bankia, dentro del mercado español.