El sí a la cuarta prórroga del estado de alarma que Ciudadanos le dio este miércoles al Gobierno de Pedro Sánchez puede convertirse en uno de los votos de mayor trascendencia de la carrera política de Inés Arrimadas. La líder de la formación naranja reforzó ayer, aunque por días, el poder del Ejecutivo progresista en un momento de extrema debilidad. Y lo hace cuando ERC empieza a estrangular la fuerza parlamentaria de socialistas y podemitas. Sin embargo, el apoyo de Arrimadas -ha sido ella quien lo ha destacado en su reaparición en el Congreso- es puntual y desde luego, no afianza ni tampoco apuntala unos Presupuestos Generales en el horizonte. Los de Cs sostienen que no pueden aparecer siempre al lado del PP, y eso lo que quisieron escenificar ayer, dicen fuentes de la formación liberal.Además, con este voto, Arrimadas también ha expuesto su capacidad de liderazgo y de evitar que no haya más fugas -como las de Juan Carlos Girauta, Carina Mejías, Juan Cassá, Miguel Garaulet, Manuel Maseda o Miguel Carballa-, bien por el descontento que ha provocado la Asamblea General del partido celebrado este fin de semana, bien porque algunos de sus miembros no entienden que Ciudadanos apoye a Sánchez en esta prórroga.El acercamiento de los naranjas al PSOE ha supuesto un balón de oxígeno en un momento en el que el PNV ya ha anticipado que, por su parte, esta será la última prórroga que apruebe.Habiendo perdido Moncloa su influencia sobre Esquerra -molesto con la pérdida de competencias, y muy pendiente del escenario electoral que se avecina en Cataluña-, los 10 votos en positivo de Cs han sido claves. Ayer mismo, el Gobierno saldó el problema de la prórroga con los votos a favor del PSOE, UP, Cs, PNV, NC, CC, PRC, Teruel Existe, Compromís y Más País.Incertidumbres en el tableroSin embargo, el nuevo tablero político no está exento de incertidumbres. Para empezar, la propia Arrimadas dijo en el Congreso que su apoyo se debe a la sanidad y para evitar los problemas que pudiera acarrear un desconfinamiento sin mando único. Y en cualquier caso, su sustento, remarcó, no era una carta en blanco, porque ella piensa seguir siendo "crítica" con el Gobierno de Sánchez.Pero Ciudadanos no está pasando por su mejor etapa. Las sondeos realizados hasta ahora -en plena etapa de coronavirus, y apoyando sistemáticamente los decretos del Gobierno- registran un cansancio entre los votantes y una pérdida significativa de votos.Según fuentes ciudadanas, consultadas por eE, el voto de los diez diputados de la líder de Cs pasó en poco horas y una noche intensa del no a la abstención, y de la abstención al sí. Fueron sus informes jurídicos los que indicaron la necesidad de un voto en positivo, porque sin mando único no se podía asegurar el control de todas las fases de desescalada. No obstante, también hay quien, desde Ciudadanos, mantiene que a esta formación "no le viene bien estar siempre del lado del Partido Popular" si lo que verdaderamente quiere es "reforzar su imagen de centro" y recuperar votos de una izquierda más centrada. Una dinámica de derriboEn la formación naranja también hay quien piensa que "un bandazo de estos, como los últimos de Albert Rivera, pueden acabar definitivamente con el partido". Otro líder naranja, como el vicepresidente de la Junta, Francisco Igea, considera que en la formación se ha instalado una "dinámica" que acabará con ellos como partido El consejero de Transparencia, Ordenación del Territorio y Acción Exterior de Castilla y León, y que se midió en Primarias con Arrimadas, afirmó que "a este paso se va a jibarizar hasta el extremo. Se puede disentir y quedarse. Aunque haya que pagar un precio", concluye.