Cambio de tornas. Tras las críticas de la banca al Gobierno por no liberar con agilidad los 100.000 millones de avales del ICO para financiar a empresas y autónomos, ahora es Pedro Sánchez quien da un tirón de orejas a las entidades. El presidente del Ejecutivo aseguró ayer en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros que está "muy al tanto" de las quejas de las pymes y autónomos "sobre el trato y los planteamientos que se están haciendo por parte de determinados bancos". Así, instó al sector financiero a que haga llegar los fondos lo antes posible a las empresas y autónomos golpeados por la pandemia. Sánchez espetó que al igual que el Ejecutivo está "aprendiendo" de la situación en las nuevas líneas ICO que está poniendo en marcha, el sector financiero también lo debe hacer. "Que trabaje por que lleguen cuanto antes esas líneas de garantías y la liquidez a aquellos para quienes fueron concebidas, que fueron trabajadores autónomos y también pymes", apostilló el presidente del Gobierno. Precisamente ayer, el consejero delegado del Santander, José Antonio Álvarez, aseguró que la entidad ya tenía solicitudes de empresas y autónomos para cubrir la cuota que le corresponde para dar avales del ICO. El número dos del grupo financiero señaló que "lo importante" es que el Gobierno libere líneas para que la liquidez llegue a las empresas en situación difícil. El Ejecutivo ha puesto a disposición de las compañías golpeadas por la crisis sanitaria una línea ICO de hasta 100.000 millones. De mo-mento ha liberado 40.000 millones en dos tramos. El segundo tramo está destinado a financiar exclusivamente a pymes y autónomos. Demanda desmesuradaLa acuciante necesidad de liquidez por parte de las empresas por los efectos de la crisis sanitaria ha dado un vuelco a las perspectivas de la banca española, que prevé la mayor demanda de crédito por parte de las empresas desde 2003, periodo del boom de la economía. Ante este escenario, las entidades apuntan a que en el segundo trimestre del año relajarán los criterios de concesión de préstamos a empresas, especialmente tras la aprobación del Gobierno de una línea de avales a través del Instituto de Crédito Oficial (ICO) de 100.000 millones de euros para financiar a empresas, pymes y autónomos golpeados por el coronavirus, según refleja la Encuesta de Préstamos Bancarios publicada ayer por el Banco de España. Estos préstamos avalan el 80% de la financiación concedida a pymes y autónomos y el 70% de la dada a empresas de mayor tamaño, por tanto, si el crédito finalmente es fallido, el mayor riesgo lo absorbe la institución pública. Del lado contrario, en el caso de los hogares, las entidades españolas, pero también las del resto de la zona euro, esperan una caída en la demanda de crédito por parte de las familias similar a la mayor observada hasta entonces, que tuvo lugar a partir de septiembre de 2008, cuando explotó la crisis financiera. Este descenso se dará tanto en la demanda de hipotecas como de crédito al consumo por el empeoramiento de las perspectivas económicas que dejará la pandemia y por tanto, el mayor nivel de desempleo que afectará a las rentas de las familias.