El jueves fue un día ajetreado para las patronales CEOE y Cepyme. Por la mañana, reunión con el presidente de Gobierno, Pedro Sánchez, y la vicepresidenta, Nadia Calviño, para analizar la participación de los agentes sociales en los acuerdos de reconstrucción de la economía tras la fin de la crisis sanitaria y por la tarde con el equipo económico del Gobierno presidido por Calviño. Tras las reuniones, la CEOE lanzó a través de su cuenta de Twitter un mensaje lacónico, pero contundente: "Los #ERTEs en este momento no son una cuestión laboral, sino una cuestión de Estado que tiene que facilitar la transición de la #economía para salvar el #empleo".El mensaje se preparó el día antes, el miércoles, en la sede de Diego de León, 50, donde se centraron en un tema vital para la supervivencia de las empresas: la continuidad de los Ertes de fuerza mayor una vez que se levante el estado de alarma el 9 de mayo. La tesis de los empresarios es que un Real Decreto puede levantar el confinamiento, aunque sea de forma parcial, pero no puede recuperar la actividad económica. El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, se encargó ayer de repetirlo en varios medios de comunicación, insistiendo en la necesidad de expandir los expedientes de regulación temporal de empleo (Ertes) el tiempo que sea necesario para que las compañías aguanten y "arranque cuando se pueda".Garamendi insistió en la idea de que, aunque hay sectores como el turístico, agencias de viajes o líneas áreas entre otros que deben continuar con los Ertes, ante la evidencia de que tardarán más tiempo en volver a la normalidad, la gran mayoría de los que vuelvan a la actividad, el 9 de mayo o en días o semanas sucesivas, lo harán de forma escalonada. Y puso como ejemplo las fábricas de coches, cuyos trabajadores se irán incorporando de forma escalonada, en función de la evolución de la demanda.Así se lo expusieron al presidente Sánchez por la mañana, aunque éste les propuso centrar ese debate en la reunión de la tarde, dedicada al análisis de las medidas de la desescalada. Volvieron a planteárselo al equipo económico.De esta manera, mostraban su preocupación por las tesis que ha venido manteniendo el Ministerio de Trabajo, responsable de este macanismo de regulación temporal de empleo, de ir finalizando los Erte de fuerza mayor y sustituirlos por otros por causa económica, técnica, organizativa y de producción que implica la intervención de la Inspección de Trabajo y la negociación de los trabajadores.Aunque en la reunión de la siguiente semana, del viernes 17, el Ministerio aceptó que determinados sectores –citó turismo en general y aerolíneas, en particular, según las fuentes consultadas–, prorrogasen sus Ertes de fuerza mayor automáticamente. La propuesta la remitió por escrito el sábado 18 a los agentes sociales, que la rechazaron. Tanto patronales como sindicatos son partidarios del máximo de flexibilidad para que los Ertes continúen activos en las empresas y los sectores que lo precisen.Ayer viernes, Trabajo reunió a los agentes sociales, aunque se les informó previamente que no habría una acuerdo sobre los Ertes, a pesar de las prisas de esta semana.