Esta semana logró marcar máximos de enero tras rebotar un 80% desde mínimosEl comercio mundial está empezando a dar de nuevo señales de vida después de que uno de los mayores clientes y el mayor vendedor mundial, China, haya retomado gran parte de su actividad y de que algunos países occidentales como Estados Unidos y Alemania ya hayan puesto sobre la mesa medidas para reactivar sus economías.Esto se está empezando a reflejar en uno de los principales indicadores que miden el comercio mundial, el índice Báltico Seco. Este índice se elabora diariamente a partir de encuestas realizadas a propietarios de navíos que detallan el coste medio por tonelada al que fletan sus embarcaciones -a través del cual se realiza el 95% del transporte de mercancías global-. Por este motivo es considerado como un indicador adelantado de la actividad económica.Desde Natixis ya avisaban a comienzos de febrero de que el coronavirus iba a poner en peligro el comercio mundial, apuntando a la tendencia a la baja que ya estaba protagonizando este índice, "lo que podría tener un impacto enorme en la economía mundial", advertían desde la gestora francesa.En este sentido, este índice, que en septiembre del año pasado cotizaba por encima de los 2.500 puntos, en máximos del año 2010, cayó súbitamente hasta los 411 puntos que marcó el pasado 10 de febrero, fecha anterior incluso al pánico que se desató días después en las bolsas mundiales, probando su eficacia como indicador adelantado del momento económico.Desde entonces, se ha venido recuperando poco a poco hasta los niveles actuales, que se encuentran en los 728 puntos que marcó este miércoles tras rebotar un 77% desde los mínimos de febrero."Lo cierto es que esta crisis ha llegado sin que nos hubiésemos recuperado totalmente de la anterior y no espero que recuperemos los niveles previos de comercio internacional, por lo menos, hasta 2021, y eso contando con que el desconfinamiento llegue este verano", explica Mª Ángeles Ruiz, profesora de EAE Business School. "A diferencia que en 2008, aquella crisis solo afectó a los países desarrollados mientras que en esta estamos todos", agraga Ruiz, que concluye que "hay que tener en cuenta también que todavía hay muchos puertos que están cerrados".