Los importadores estadounidenses que "demuestren dificultades financieras significativas" debido a la epidemia del coronavirus podrán retrasar los pagos arancelarios durante 90 días, según informó el Departamento del Tesoro. No obstante esta medida no se aplicará a los gravámenes antidumping y compensatorios, tampoco a los importadores de bienes afectados por conflictos comerciales, incluidos los paneles solares, el acero, el aluminio y una gama de productos chinos, así como las acciones aprobadas por Washington como represalia al caso de los subsidios contra Airbus. Por otro lado, las tensiones sobre la gestión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de las pruebas de coronavirus surgió como uno de los puntos de fricción que se interponen en el camino para un posible acuerdo entre el Congreso y la Casa Blanca para dirigir alrededor de 450.000 millones de dólares a reponer el programa de préstamos para pequeñas empresas y proporcionar más fondos para los hospitales del país. Los demócratas están presionando para incluir un requisito en la medida, que también incluye 25.000 millones de dólares para incrementar los tests, que el gobierno establezca una estrategia nacional de pruebas, una medida a la que la administración Trump se ha resistido hasta la fecha. El fondo de ayuda a las PYMES se quedó sin dinero tan solo un par de semanas después de ser aprobado. Este vehículo permite que los préstamos aprobados sean perdonados siempre y cuando el 75% del dinero se destine a proteger las nóminas. Si los nuevos fondos por alrededor de entre 250.000 y 300.000 millones de dólares son aprobados, el total destinado para estos menesteres podría respaldad 35 millones de empleos, según cálculos de Citi.