Charles Michel (Namur, Bélgica; 1975) está acostumbrado a tener que lograr acuerdos imposibles entre socios políticos con escasa sintonía. Primero tuvo que probar su cintura como primer ministro de su país al frente de una coalición imposible, fracturada por la división ideológica y lingüística. Y, desde el pasado diciembre, como timonel de las cumbres de los líderes de la UE, en un periodo en el que el sentido comunitario toca mínimos. Por eso, como presidente del Consejo Europeo, este liberal se ha convertido en una figura clave en la coordinación de la respuesta europea al coronavirus Covid-19. En una entrevista por videoconferencia con elEconomista y otros tres medios europeos, reconoce faltas en la gestión de la crisis, insiste en la necesidad de más solidaridad, también con España, y ya apunta las lecciones que Europa debe aprender. La prioridad ahora es preparar el plan de recuperación, que los líderes discutirán el próximo jueves por videoconferencia, la cuarta desde que estallara la crisis. El polémico asunto de los coronabonos puede que vuelva sobre la mesa. Pero el belga no cree que se tomen decisiones en este sentido. Antes de discutir cómo financiar la salida del agujero, los líderes deben acordar las líneas maestras del plan. Además, opina Michel, Europa no tendrá problemas económicos a corto plazo con las medidas económicas ya acordadas.¿Cuál será el plan de recuperación en el que está trabajando con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen?En el corto plazo, la prioridad es tratar de fomentar una mayor coordinación entre los Estados miembros. En los próximos días y semanas levantarán las medidas de confinamiento. Por eso emitimos algunas pautas sobre la estrategia de salida. En segundo lugar, hemos adoptado decisiones que brindan muchas posibilidades a los Estados miembros a corto plazo. Aprobamos la cláusula general de escape del Pacto de Estabilidad y Crecimiento. Permite a los países tener la flexibilidad para adoptar decisiones de gasto para apoyar a los trabajadores, ciudadanos y empresas, sin ser sancionados por la Comisión. Además, el Banco Central Europeo también envió una señal muy clara. El acuerdo del Eurogrupo, que involucra al Banco Europeo de Inversiones, el Mecanismo Europeo de Estabilidad (Mede) y el esquema de la Comisión para apoyar el empleo, tendrá un efecto muy fuerte. A corto plazo, hemos cubierto la situación.¿Es suficiente?No, por eso discutiremos la semana que viene sobre la estrategia de recuperación. Mi propuesta se basa en cuatro puntos: el mercado único, una estrategia de inversión masiva, nuestra ambición externa, con un fuerte enfoque en África, y la resiliencia, aprendiendo las lecciones de esta crisis.Esta inversión masiva podría no llegar hasta enero del próximo año, si se canaliza a través del nuevo marco financiero plurianual, el presupuesto de la UE para 2021-2027.Parece no tener en cuenta lo que ya se ha decidido. Ya hay dinero disponible contra esta crisis.Pero Italia tiene un problema político con el uso del Mede.Entiendo muy bien que, en Italia, el debate sobre la financiación de la solidaridad es un debate muy delicado, pero el Mede es un mecanismo disponible de inmediato. El acuerdo del Eurogrupo va en la dirección defendida por Italia, evitando la condicionalidad macroeconómica en los préstamos del Mede. Todos los Estados miembros quieren mostrar su solidaridad. Es cierto que, en lo que respecta a una herramienta [los coronabonos], existe el debate sobre si es la adecuada para mostrar una mayor solidaridad. Tenemos diferentes instrumentos para apoyar a los Estados miembros. La decisión en las próximas semanas y meses sobre el próximo presupuesto es una señal muy fuerte de solidaridad.¿Significa que ya no se aprobarán más estímulos hasta que arranque el próximo presupuesto plurianual en enero?Seguiremos la evolución de la situación. Si resultara necesario, podríamos anticipar algunas decisiones sin esperar hasta enero. No creo que a muy corto plazo tengamos un problema financiero. Los Estados miembros y las instituciones comunitarias hemos tomado decisiones por más del 3,8% del PIB europeo. Es un paquete enorme, pero no suficiente para la fase de recuperación. Necesitamos pasar de la gestión de riesgos a pensar en la recuperación.¿Cuál será el volumen del paquete para la recuperación?No estamos seguros de la cifra real de la factura. ¿Será grande? Sí, por supuesto. Otro punto es saber cómo usar el dinero de una manera más específica. La agenda digital y el Pacto Verde europeo, más que nunca, serán los pilares robustos que necesitamos en la estrategia de recuperación. Además, la cohesión y la convergencia serán más necesarios que nunca. Necesitamos mostrar empatía y la solidaridad, real y concreta, con Italia y España.¿Será necesaria una propuesta totalmente nueva del presupuesto?Será necesario invertir en investigación, en innovación, ser ambiciosos en relación con el Pacto Verde y la agenda digital Y resultará más importante que nunca invertir en cohesión y agricultura, para garantizar este proceso de convergencia, también con la mirada puesta en la soberanía europea. No hace falta una propuesta totalmente nueva. Hay que actualizarla.¿Es cierto que el presupuesto podría llegar al 2% del PIB de la UE?No voy a negociar a través de la prensa. Necesito ser un mediador entre bambalinas. Lo que necesitamos es ser ambiciosos. Por eso defiendo un Plan Marshall, porque en este concepto existe esa idea de la ambición, y, al mismo tiempo, de una estrecha cooperación económica. No hay que olvidar la importancia del mercado único para garantizar una estrategia de recuperación fuerte.¿Es posible que los líderes acuerden el próximo presupuesto plurianual sin reunirse cara a cara?Es una buena pregunta. No tengo una respuesta definitiva. Necesitamos adaptar nuestra forma de trabajar. Y, honestamente, hemos progresado mucho.Hubo una acalorada discusión sobre la mutualización de deuda, los eurobonos, o 'coronabonos'. El tema podría volver a salir la próxima semana. ¿Cómo evitará que las emociones no hagan descarrilar la discusión?Mi propuesta de cuatro puntos es totalmente razonable. Además, opino que la mutualización no es nada nuevo. Es la base del proyecto comunitario. El presupuesto europeo se basa en la mutualización. O lo que hacemos con el Banco Europeo de Inversiones, del que es posible aumentar su capital. Cada opción tiene sus ventajas y desventajas, y tendremos que lograr un equilibrio. Lo peor sería perder el mercado único, porque es una herramienta muy fuerte.¿Espera alcanzar un consenso sobre si emitir deuda conjuntamente para financiar la recuperación?No resolveremos todos los problemas la próxima semana. El primer paso es acordar el enfoque más amplio, los cuatro pilares que he explicado. La financiación del plan, qué herramientas podemos utilizar para materializar la solidaridad, son decisiones importantes. No perdamos de vista el conjunto.Von der Leyen ofreció una sincera disculpa a Italia por la respuesta europea, sobre la que ha habido críticas estas semanas. ¿Comparte estas críticas? ¿Cómo conseguiremos una respuesta más unida?En Europa hemos necesitado varios días antes de compartir el mismo diagnóstico de la situación. No en todas partes entendimos al mismo tiempo la gravedad de la crisis. Además, tras la primera teleconferencia de los líderes [el 10 de marzo], necesitamos unos días antes de adoptar un enfoque más coordinado, por ejemplo, respecto a los controles fronterizos. Hay que reconocer que debemos apoyar al puebloitaliano. Pero no olvide que la salud es una competencia nacional. Dicho esto, necesitamos aprender las lecciones. En el mundo de hoy, incluso antes del Covid-19, el modo de trabajo en Europa es demasiado lento. En el futuro, para adoptar nuestras posiciones, debemos reaccionar de manera más rápida cuando sea necesario. Por ejemplo, mire lo que ha sucedido con el material médico. Para mí también resulta frustraste que no fuera posible proporcionar materiales de inmediato a algunos Estados miembros. Tuvo enormes efectos negativos, y lo lamento.Esta crisis sanitaria ya es una crisis económica y podría convertirse en una crisis social. ¿Está a favor de una renta básica, especialmente para proteger a los grupos más vulnerables, como los trabajadores con ingresos bajos y las familias monoparentales?Necesitamos no solo una respuesta económica sino también social. Será parte de las discusiones en las próximas semanas, cómo apoyar en el nivel nacional a nuestros ciudadanos. En muchos países tenemos estabilizadores sociales, y tal vez necesitamos profundizarlos.¿Cómo se pueden llevar a la práctica estas medidas sociales en países como Italia y España, donde la deuda se puede disparar un 20%?Por eso activamos la cláusula de escape general del Pacto de Estabilidad. Al mismo tiempo, antes del Covid-19, había países con una posición económica y financiera más fuerte, y otros con más debilidades. Será muy importante tras esta crisis apoyar a todos los Estados miembros de la UE, y demostrar solidaridad con aquellos que actualmente tienen una situación económica más difícil.