El vicepresidente advierte que de haber más muertes "la culpa va ser nuestra"La vuelta al trabajo o el fin de la hibernación de las actividades no esenciales, que arrancó el pasado lunes, ha provocado un nuevo distanciamiento entre el ala socialista del Gobierno y la podemita, después del enfrentamiento sobre la renta mínima vital. Mientras que ministros como Nadia Calviño o María Jesús Montero defienden con Pedro Sánchez la apertura de la actividad económica, el vicepresidente Pablo Iglesias cree que éste no es el momento de abrir las puertas a trabajos que no son esenciales, porque, de observarse un repunte de contagios y muertes de aquí a a 20 días, "la culpa va a ser nuestra", advierte el líder de Podemos al presidente Sánchez. "Esta no es buena decisión", mantienen fuentes de Podemos a elEconomista, al tiempo que la grieta del Gobierno de coalición se agranda con la epidemia.Además, con distintos criterios, pero con un fondo común, autonomías como País Vasco y Madrid han reprobado el modo de actuación de Sánchez. Iñigo Urkullu, por su parte, ha criticado al jefe del Ejecutivo por exponer criterios opuestos en horas, por falta de respeto a las CCAA, por la desorientación del Gobierno, el método de trabajo piramidal, y en definitiva, porque un Ejecutivo se tenga que enterar del uso obligatorio de mascarillas unas horas antes y por videoconferencia.El Gobierno de Isabel Díaz Ayuso, al que consultado elEconomista, pone en solfa la falta de estrategia basada en un estudio epidémico. Sostiene que la actuación de Sánchez no se ha coordinado con las CCAA, y se ha improvisado e informado a última hora, sin tener en cuenta la actividad productiva de cada región, su densidad de población o sus modos de movilidad.Ni hubo llamada a última hora de la noche del domingo para presionar con las consecuencias mortales de la vuelta al trabajo, ni tampoco Iglesias le pidió al presidente del Gobierno una hibernación hasta agosto. "Tan solo quería 15 días más. No quería precipitarse, quería reforzar medidas, como ha hecho Italia.", explican fuentes de la formación morada.Fue el sábado por la tarde cuando Iglesias verbaliza a su entorno que había hecho todo lo posible por cambiar la opinión de Sánchez. Hasta entonces, había intentado no tirar la toalla, pero, finalmente no lo había conseguido. No obstante, el líder podemita aceptaba apoyar al presidente del Gobierno.El relato de los hechos se remonta a siete días antes del citado domingo de Resurrección, durante la Se-mana de Pascua. En ese interim, los ministros de Podemos, en cada una de las ocasiones en las que han tenido contacto con el resto de ministros y el presidente, han ido manifestando su postura contraria a dar luz verde a actividades no esenciales, a partir del 13 de abril. El fin, según ellos, era ralentizar el contagio y reducir las muertes por coronavirus. Por lo tanto, explican a eE, Iglesias no ha aguardado hasta el último momento para defender su opinión. La ha mantenido y ha intentado convencer al presidente, siempre que ha podido. Precisamente, hasta el sábado de Gloria.Los empresarios y los testPero Podemos cree que tanto Sánchez, como Nadia Calviño, como María Jesús Montero, han seguido recibiendo "presiones muy fuertes de los empresarios durante la toma de decisiones de la hibernación", y por eso han actuado ahora así. Si bien "hay socialistas que están de acuerdo con las tesis que defiende Iglesias", que a la postre es "cuanto menos gente en la calle mejor".Otra de las objeciones de Iglesias es el uso de los criterios de los expertos científicos. Y así, "ya no podremos decir que siempre nos hemos guiado por las decisiones o los informes de los expertos", porque, según ha conocido elEconomista, precisamente "estos informes no eran favorables de que las actividades no esenciales volvieran al trabajo".Lo que no es de sentido común -razonan-, es que salga la gente a la calle sin que se les haga un test rápido para saber si puede desarrollar su actividad o no. Eso sin contar el caos que ha habido en el reparto de mascarillas, con empresas que no han podido implementar las medidas sanitarias protocolarias, señalan también.Imaginemos -fundamentan fuentes de la formación liderada por Pablo Iglesias-, que en unos 20 días se produce un repunte del incremento de contagiados del 1,3% al 3%, por ejemplo, "¿podemos pensar entonces que los empresarios van a seguir apoyando al Gobierno?", se cuestiona Podemos.No obstante, admiten desde este grupo político y socio de Gobierno, después de oír al Consejo, Pedro Sánchez "consulta con los expertos y decide qué es lo más sensato, recalcan. Esto, y la opinión de Iglesias también, es lo que explicaría que a última hora el presidente haya rectificado y comprendido que la construcción que se lleva a cabo en zonas con residentes, había que excluirla de las actividades no esenciales.