Dia ha decidido reclamar a Ricardo Currás, consejero delegado de la compañía hasta finales de agosto de 2018, fecha en la que fue cesado, más de 2,78 millones de euros en concepto de los bonus variables anuales e indemnizaciones tras activar las denominadas cláusulas clawback. Currás está siendo investigado en la Audiencia Nacional -anteriormente imputado- junto a otros cuatro miembros de su cúpula: su número dos, Amando Sánchez, y los directivos Luis Martínez Gallardo, Antonio Arnánz y Juan Cubillo.El titular del juzgado de instrucción número 6, Alejandro Abascal, decidió el pasado mes de enero atender la petición de la Fiscalía, que acusó al exdirectivo de Dia y a su equipo de haber urdido un plan para maquillar las cuentas a través de "prácticas contables irregulares", inflando el ebitda (resultado bruto operativo) en casi 52 millones para cobrar su retribución variable, que en 2016 se elevó a 616.620 euros.Según un comunicado remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la cadena de supermercados, en la que LetterOne, sociedad controlada por el inversor ruso Mikhail Fridman, posee un 74% del capital, ha reclamado ahora a Currás esos 616.620 euros correspondientes a la retribución variable anual de 2016 y otros 217.500 euros por la de 2017.IndemnizacionesA estas cantidades se suman 1,64 millones de euros de la indemnización por cese y 303.300 euros de la indemnización por falta de preaviso. Adicionalmente, en noviembre de 2018, Dia decidió suspender el abono de la contraprestación económica derivada de la obligación de no competencia postcontractual asumida en el contrato de Currás. Hasta ese momento, Dia le había abonado 101.000 euros, correspondientes a dos mensualidades de dicha contraprestación.La Fiscalía Anticorrupción apuntó ya en enero que fue Currás quien ideó un plan para mejorar de forma artificial los resultados del grupo durante el ejercicio 2017, estrategia que afectó también a su división en Brasil, donde contó con la colaboración del que entonces era el máximo responsable para América Latina, Antonio Coto, que fue nombrado posteriormente su sucesor como consejero delegado. Según las pesquisas llevada a cabo por la Fiscalía Anticorrupción, el que fuera consejero delegado de Dia entre 2011 y 2018 decidió "alterar ciertas magnitudes con reflejo directo en el ebitda, lo que le proporcionaba una apariencia de sólida gestión y alcanzar el cobro del variable por objetivos", dado que las cifras de 2017 no los cumplían.Alteración artificialLa estrategia de Currás acabó por lograr una "alteración artificial del ebitda de 51,8 millones de euros", lo que posteriormente obligó a la empresa a hacer ajustes y reexpresar sus cuentas. Concretamente, el auto apunta a que se optó entonces por contabilizar de forma incorrecta ingresos derivados de cargos de proveedores de marca blanca -en una central de compras montada en alianza con Eroski- y por eliminar de forma injustificada provisiones correspondientes a facturas pendientes de recibir. Asimismo, se dejaron de provisionar también el pago de primas y gratificaciones al personal, que acabaron afectando a las cuentas de 2018 en vez de a las de 2017, y se elevó la previsión de ingresos de Dia España de forma artificial. Según la Fiscalía, KPMG detectó una de estas prácticas irregulares en febrero de 2018, durante la auditoría de cierre de las cuentas de 2017.Coto, el sucesorRespecto a Antonio Coto, que sustituyó a Currás hasta el 28 de diciembre de 2018, la compañía ha decidido no activar, en cambio, la cláusula clawback por las retribuciones satisfechas, dado que, en su caso, no percibió pago variable alguno ni a corto ni a largo plazo. Asimismo, ni Borja de la Cierva, nombrado consejero delegado en sustitución de Coto, cargo en el que permaneció hasta mayo de 2019, ni Miguel Ángel Iglesias, consejero ejecutivo entre enero y marzo de 2019, han percibido retribución variable anual correspondiente al año pasado al haber cesado en sus cargos con anterioridad al 31 de diciembre.La cadena de supermercados controlada por la firma LetterOne registró unos números rojos de 790,5 millones de euros en el último ejercicio, lo que supone un 124% más respecto a los 352,6 millones que perdió el año anterior. Este aumento de las pérdidas se produce después de que las ventas hayan caído un 9,3%, hasta 6.870,5 millones de euros, y el ebitda se haya desplomado un 68,6%, hasta 65,6 millones de euros.En el mercado español, las ventas de Dia cayeron un 8,2%; en Portugal, un 7,9%; en Argentina, un 5,5%, y en Brasil, el país donde se ha registrado el mayor deterioro, un 16,1% en total.