El Banco Central Europeo (BCE) está decidido a reducir el daño económico del coronavirus en la economía de la eurozona y ayer sacó de la chistera un nuevo paquete de medidas con esta finalidad. El último anuncio de la entidad que preside la francesa Christine Lagarde está diseñado para poder exprimir al máximo las medidas que ya ha decidido y explicado el organismo durante las últimas semanas. En concreto, la nueva decisión que ha tomado el BCE está pensada para aprovechar al máximo la tercera edición de las Operaciones de Refinanciación (TLTRO III), las inyecciones de liquidez que el organismo da a aquellas entidades bancarias que acudan a su ventanilla para recibir un crédito, que a su vez debe llegar a la economía real en forma de préstamos.Las nuevas medidas que ha adoptado el BCE y que se conocieron ayer en una publicación que lanzó la entidad en su portal web, son, en primer lugar, el permitir que los créditos que usan los bancos como colateral para que les llegue esa liquidez del TLTRO, sean de peor calidad. En otras palabras: el BCE estará dispuesto a aceptar un aval más arriesgado a aquellos bancos que acudan a los respectivos bancos centrales nacionales a por crédito. Uno de los cambios que señala el BCE como ejemplo es que a partir de ahora los bancos tendrán una mayor flexibilidad a la hora de presentar como colateral créditos que no hayan pasado las exigencias de comunicación que se piden ahora, algo así como una reducción de trabas burocráticas, para que lasentidades puedan ser más ágiles a la hora de pedir crédito al banco central.También, el organismo destaca que a partir de ahora los bancos podrán asumir más riesgo, ya que se incrementa la cantidad de préstamos que podrán dar a pequeñas y medianas empresas, y también se indica que la cantidad de deuda no garantizada asumida por las pymes que podrá usar cada banco como colateral para recibir crédito del BCE se incrementará, del 2,5% actual, hasta el 10%.Facilidades para GreciaEl nuevo paquete parece que está orientado a que las entidades griegas reciban una mayor cantidad de deuda, en contraste con la que podrían haber recibido con las reglas que el BCE mantenía vigentes hasta ahora. El organismo indica en el comunicado cómo a partir de este momento se hará "una excepción con la exigencia mínima de calidad crediticia en los instrumentos de deuda emitidos por la República helena como colateral en las operaciones del eurosistema". Es decir, que los bancos que tengan deuda soberana griega (principalmente las entidades del país) que hasta ahora no tenía la suficiente calidad crediticia para que sirviesen como aval para recibir crédito, a partir de ahora sí podrán utilizarla como colateral, una medida que puede ayudar a que el crédito del BCE llegue a la economía griega de la misma forma que a otros países de la zona euro, cuyos bonos sí cumplían con las exigencias de calidad crediticia que se pedían hasta este momento.Una medida temporalEl nuevo paquete de medidas del BCE implica que el banco central está dispuesto a asumir más riesgo con tal de asegurarse de que llegue la mayor cantidad de dinero posible a las economías de la zona euro. Sin embargo, el organismo ha levantado la mano con los bancos de forma temporal, por la excepcionalidad que supone la epidemia del coronavirus para la economía. "Estas medidas son temporales y ligadas a la duración de la crisis por la enfermedad, y al programa de Emergencia de Compras de Deuda por Pandemia (PEPP, por sus siglas en inglés)," indica el organismo en la nota de prensa, dejando claro que cuando todo pase, las exigencias a la banca volverán a ser las mismas que había antes de la crisis.Es más, el BCE deja bien claro que "se reevaluarán antes de que termine 2020", pero indica también, por si las cosas no hubiesen vuelvo a su cauce en aquel momento, que "se considerará entonces si existe la necesidad de extender algunas de estas medidas para asegurar que todas las partes que participan en estos programas de operaciones de liquidez no se vean afectadas".El segundo capote a la bancaEste es el segundo paquete de estímulos que el BCE ha diseñado para asegurarse de que aumenta el acceso al crédito en el sistema mientras se intenta aliviar al sector financiero, tan castigado por los bajos tipos de interés en los últimos años.Ya en marzo, Lagarde mejoró de forma ostensible las condiciones de las nuevas Operaciones de Refinanciación para la banca, anunciando, entre otras cosas, que se les aplicaría un tipo del 0% como mucho, y que aquellas entidades que más dinero inyecten en la economía a través de préstamos se beneficiarán de una remuneración por coger el crédito del BCE que puede alcanzar hasta el 0,75%. Es decir, les pagará por prestar.