Todos los Estados miembros comparten el diagnóstico. El coronavirus es el mayor desafío que golpea a Europa desde la Segunda Guerra Mundial. Una crisis existencial como ninguna otra que haya sufrido el bloque comunitario en sus siete décadas de historia. Y han sido duros los palos que ha recibido: Gran Recesión, crisis del euro, ola migratoria, ataques terroristas, Brexit…Sin embargo, los Estados miembros son incapaces de consensuar una respuesta económica a la que probablemente será la mayor recesión desde que nació la UE. Y ya acumula varias intentonas de los líderes y sus ministros de Finanzas.El Eurogrupo continuaba al cierre de esta edición intentando cerrar un acuerdo sobre un primer paquete económico para mantener las constantes vitales de la economía durante el parón. El paquete debe ser aprobado y finalizado en los próximos días por los líderes. La teleconferencia de los ministros iba para largo, y algunos esperaban que la noche se alargara hasta la mañana, como escribió en Twitter el ministro de Finanzas maltés, Edward Scicluna.Préstamos y garantíasEl paquete que llegó al Eurogrupo incluye préstamos y garantías para dar liquidez a los Estados miembros, a través del Mecanismo Europeo de Estabilidad; a las empresas, con el Banco Europeo de Inversiones; y para apoyar a los trabajadores, con un nuevo instrumento de la Comisión Europea para ayudar a los ERTES nacionales. En total, algo más de medio billón de euros. Sin embargo, los socios del Norte y del Sur llevan días, semanas, o más bien años chocando por cuán lejos debe ir la solidaridad europea. Ya sea frente al coronavirus, durante la Gran Recesión, en la reforma de la eurozona o incluso al negociar el presupuesto comunitario.En este momento, el principal obstáculo está en la insistencia de un puñado de países (Holanda, Austria y Finlandia) en pedir reformas a los países para los créditos blandos del MEDE. Y sobre todo, en oposición de este grupo, al que se suma también Alemania y algún otro socio, a emitir deuda conjuntamente. Mientras España, Italia, Francia y otra media docena de países insisten en emitir coronabonos, este tema continua siendo tabú en Berlín o La Haya.Antes del encuentro, la vicepresidenta de Economía, Nadia Calviño, se mostraba esperanzada con la posibilidad de lograr un acuerdo. Pero como lleva tiempo defendiendo el Gobierno, indicó que la red de seguridad de liquidez para el corto plazo no es suficiente. Europa necesitará un estímulo contundente para relanzar una economía. Calviño defendió que del Eurogrupo saliera "una clara determinación" para trabajar en una propuesta para los líderes de la UE "para la puesta en común de la deuda". Calviño sin embargo no se inclinó claramente por una alternativa para esa mutualización de la deuda frente al coronavirus. Fuentes del Eurogrupo señalaron a este diario que los nueve países a favor de emitir coronabonos, entre ellos España, apoyaban la propuesta francesa de crear un fondo que se financiaría emitiendo deuda conjunta hasta alcanzar el 3% del PIB europeo, 420.000 millones de euros.Poco después de su comparecencia, El País publicó un papel interno del Ministerio de Economía, con una propuesta similar a la francesa, aunque variaba en las garantías y la devolución de los fondos, que Madrid reserva a la tasa digital y nuevos impuestos verdes.Desde el ministerio indicaron que la propuesta no se había enviado al Eurogrupo, pero no quisieron aclarar si iba a ser la posición española en la discusión. Madrid no mantiene una oposición tan frontal como Italia a la participación del MEDE. Calviño dijo que para obtener la liquidez del mecanismo de rescate no debe haber "ninguna condicionalidad especifica".