David Riudor, cofundador de Goin junto a otros dos jóvenes emprendedores, creó su primera empresa a los 13 años. Ahora, con 24, quiere que su app para ahorrar y ganar dinero triunfe en Europa. De hecho, los tres cofundadores de Goin han sido seleccionados recientemente por la revista Forbes para su lista 30 under 30, por ser el proyecto fintech con mayor crecimiento de Europa.¿En qué consiste Goin?Goin es una aplicación que sirve para conseguir tus objetivos financieros. Antes, la gente ahorraba por si acaso. Hasta ahora, ya lo hacía solo para planificar las vacaciones o para comprarse el nuevo iPhone. Básicamente, el usuario conecta su información bancaria y puede ir ahorrando de forma automática con un objetivo concreto, gracias a varios métodos. Por ejemplo, tenemos el redondeo de compras o la retención de un tanto por ciento de la nómina, y otros métodos como el autoput, que directamente sirve para gestionar la cifra que quieres guardar al día o a la semana. También hay una hucha al uso, en la que puedes meter lo que quieras cuando quieras.También hay retos... Sí, son como unos minijuegos. Ya hemos sacado uno que se llama wake up on time, en el que tú eliges una hora a la que te quieres levantar cada día y, si te levantas más tarde, se te penaliza con cinco euros, por ejemplo. Es un modo divertido de mejorar tu estilo de vida, a la vez que ahorras para tus objetivos. El siguiente que queremos sacar es uno de dejar la comida basura; así, cada vez que la consumas, se te penalizará con una cantidad fijada. Y para quien quiere sacar rendimiento a sus ahorros, Goin también le permite invertir.Con 24 años ya es el cuarto proyecto que impulsa y los demás también con éxito. ¿Cuál ha sido la evolución?Este es el proyecto más grande. Empecé trabajando como mago en cumpleaños y en comuniones, que ha sido donde aprendí más, porque me lo gestionaba todo yo, desde que encontré un ticket de 50 euros para publicitarme en Google. Nada más comenzar, ya me salieron actuaciones. Empecé a ganar bastante dinero y me di cuenta de que había algo interesante. Fue entonces cuando creé la empresa Ambbis con un compañero, una consultora de acciones de marketing, utilizando la magia para multinacionales. Con Ambbis tuvimos la oportunidad de hacer campañas de publicidad para algunas de las empresas más grandes del mundo, como Apple o Mercedes-Benz, y fue una oportunidad para ver cómo funcionaban, cómo se podía escalar y cómo se podía crear algo más grande. Después, siguiendo con la magia, salimos al mundo de las aplicaciones y creamos Abrakadapp, que se transformó en Tecnomagia Borrás y está en las jugueterías. Paralelamente, también estuve en multinacionales como Consentino y ya fue el paso que hice hacia Goin. Como se ve, hemos tocado un poco de todo. Tenemos un back- ground. No es que seamos más buenos que la media, sino que hemos empezado antes y hemos tenido más opciones de fallar. Ahora estamos construyendo algo que va por el buen camino.Tras un tiempo trabajando con magos conocidos para hacer trucos de magia con tecnología, ¿cómo funcionaba?Cuando empecé a estudiar Ingeniería de Telecomunicaciones planteamos mezclar la tecnología con la magia. Empezamos a crear magia para otros magos y llegamos a tener muy buena reputación en Europa. Hasta el mago David Coperfield se interesó por nuestros productos. Cuando fuimos con él, pensamos: "Es complicado que alguien mejor que David Copperfield te llame para conocerte y preguntar sobre tu tecnología". Por eso decidimos seguir haciendo lo que hacíamos, pero cambiamos el público objetivo hacia enseñar magia a todo aquel que quiera aprender. Ahí fue cuando lanzamos Abrakadapp. ¿El otro proyecto dejó de funcionar?Ambbis es la empresa con la que he ganado más dinero hasta ahora. Con Goin, la compañía actual, tengo más aspiraciones a largo plazo, me gustaría crecer. Por eso, cuando entró la primera ronda de Goin, yo tenía mil proyectos abiertos, y tuve que empezar a dejarlos. Ahí fue cuando di un paso al lado con Ambbis. Aunque Xavi Cabezas, el socio con el que trabajaba y con el que competía en Google cuando me publicitaba de adolescente, sigue allí, al frente de ese negocio.