Las cifras de empleo conocidas este jueves son aún más demoledoras de lo que muestran las cifras oficiales presentadas por el Gobierno. A pesar de que marzo de 2020 se marcará en el calendario como el peor mes de la historia de España para el mercado laboral con el incremento de 302.265 parados y la caída de 833.979 afiliados respecto a febrero, aún hay más. Estas cifras no incluyen ni los 620.000 trabajadores afectados por un Erte que reconoce haber tramitado el Ejecutivo ni el millón restante que los sindicatos y patronales calculan que son los empleados ya acogidos a este instrumento. Es decir, no recoge a los 1,6 millones de trabajadores que de igual modo han sido expulsados del mercado laboral, lo que elevaría la sangría de empleos en el mes de marzo hasta los 2,5 millones.De prolongarse la crisis y en el peor de los escenarios, estos 2,5 millones de personas que han dejado de trabajar en marzo pasarían a formar parte de la lista de desempleados en España -hay que tener en cuenta además que, a causa del confinamiento, las altas en el SEPE también se ven demoradas-, que alcanzaría los 5,5 millones de desempleados, cifras que no se recordaban desde el primer trimestre de 2013.Con todo ello, lo que por el momento reflejan las estadísticas oficiales presentadas por el Ministerio de Trabajo y Economía social por el lado del paro y del Ministerio de Inclusión, Migraciones y Seguridad Social por el lado de la afiliación es que el total de desempleados se sitúa en 3.548.312 personas. En términos desestacionalizados y debido al impacto del Covid-19, el número de inscritos ha aumentado en 311.037 personas en marzo respecto al mes anterior, en el mayor alza de la historia. Supera en más de 100.000 personas el que hasta ahora era el mayor repunte: el de enero de 2009, cuando en plena crisis económica el desempleo subió en ese mes en casi 200.000 personas. Por la parte de la afiliación al Sistema en los primeros once días del mes el empleo aún evolucionaba sumando afiliados, en concreto, 64.843 (diferencia entre 19.344.258 del 11 de marzo y los 19.279.415 del 29 de febrero), sin embargo, tras el decreto de estado de alarma, entre los días 12 y 31 de marzo, el saldo en la afiliación se desplomó en 898.822 (diferencia entre los 19.344.258 del 11 de marzo y los 18.445.436).Peligran las empresas Sobre estos datos, la patronal valenciana CEV apunta que "no incorporan los Ertes relacionados con el coronavirus, y los datos de la afiliación media a la Seguridad Social de marzo absorbe el buen funcionamiento de la economía hasta el 11 de marzo. Por tanto, la realidad económica y laboral es sensiblemente peor a lo que registran estos datos oficiales". Desde la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) destacan que las cifras de paro de marzo "evidencian que las empresas están acudiendo, de forma mayoritaria, a medidas de regulación temporales (Ertes), buscando el menor impacto en el empleo". Ahora bien, la patronal ve "imprescindible" flexibilizar el uso de los Ertes y eliminar el límite de su utilización, actualmente circunscrito al período de alarma, para contribuir a la recuperación gradual de sectores como el turismo o la industria, "evitando con ello consecuencias graves y duraderas sobre el empleo".Por su parte, CEIM, Confederación Empresarial de Madrid ,advierte de que los datos del paro del mes de marzo no reflejan en su totalidad "el desplome económico" que provocará la crisis del coronavirus. "Lo peor está por llegar", afirmaba el presidente, Miguel Garrido. Se esperan unas "trágicas mágicas", que llevarán a "un desempleo desgraciadamente mucho más alto del que se ha conocido". Así lo indicó la patronal madrileña, subrayando que se está "ante una crisis sin precedentes en cuanto a su causa, rapidez y extensión a todos los sectores, algunos de ellos absolutamente paralizados, como el turismo, la construcción, el comercio textil, la hostelería o la cultura". Por ello, apuntan que "es pronto para calibrar la extensión del impacto en el empleo, puesto que será durante este mes de abril cuando se conozca realmente la cifra de trabajadores afectados por expedientes de regulación temporal de empleo y, más a medio plazo, las empresas, fundamentalmente pymes y autónomos, que se verán abocados a desaparecer".