El presidente de la patronal madrileña CEIM, Miguel Garrido, departe con elEconomista sobre las medidas del Gobierno ante la crisis del coronavirus.¿Qué críticas hacen desde CEIM a las medidas del Gobierno?Al Gobierno le han faltado bastantes cosas: diálogo real para conjuntamente buscar las mejores soluciones, le ha faltado previsión, ha actuado con enorme imprevisión. La prueba es lo sucedido el domingo. Lo normal hubiera sido hablar con todos los agentes sociales y dar información previa a las empresas. Les ha faltado sensibilidad con un sector como es el empresarial, que es uno de los que más van a soportar la factura de esta parada de actividad. No se nos considera, no se nos valora. A empresarios que están supliendo carencias de lo público de manera altruista y con más eficacia. ¿El Gobierno está cargando todo el peso en las empresas?Efectivamente. Las que están pagando esa factura son las empresas privadas y se nos está dejando atrás. La prioridad es la salud, pero también tenemos que proteger la actividad futura. Hacen falta medidas urgentísimas, inmediatas, para aliviar la situación dramática de las empresas.¿Las moratorias de impuestos, la clarificación de los Ertes? Ante caídas de la actividad, las empresas necesitan instrumentos para adaptar sus plantillas a la realidad. Las empresas quieren contratar a más personas. Pero con una sobreplantilla los números no salen. El Gobierno anunció los Ertes por fuerza mayor en los que el Estado se hacía cargo de la cotización durante el periodo. Pero ese periodo se está alargando y la recuperación no va a ser inmediata. Esos Ertes se han condicionado a que seis meses después la empresa mantuviera el empleo, pero si fuerzan ese mantenimiento podrían estar lastrando su viabilidad. En el decreto del viernes, se impiden los ERE por causas económicas, justo quitan esa causalidad cuando no va a haber una causa económica como ésta. Obligan a prorrogar contratos temporales y se anuncia una revisión futura de todos los Ertes. Después te lo puede tumbar alguien, no se sabe quién. Es una barbaridad que deja a las empresas en una difícil situación, cuando más necesitan flexibilidad. Y en materia fiscal, ¿cómo es posible que se decrete la parada de la actividad y no se detenga la actividad de la Agencia Tributaria y de la recaudación? Usted no puede vender, no puede producir y sin embargo tiene que cumplir con las obligaciones fiscales. Hace falta una moratoria de impuestos inmediata y automática. Queremos incentivos fiscales para poder salir de esta situación. Las medidas que se están tomando son insuficientes y contrarias a las necesidades. ¿Los avales son un acierto?La inyección de liquidez es una buena medida. Esperamos que llegue esta semana. Pero los 20.000 primeros millones liberados son insuficientes. Ese dinero no es una ayuda, es financiación para invertir y que luego hay que devolver. ¿No es un contrasentido que el Estado dé liquidez para que le pagues impuestos? Obtener financiación para con ella pagar impuestos es algo que no arregla nada: dinero avalado por el Estado para pagar al Estado. ¿Cómo valora la frase de la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, en la que alude a que las empresas podrían aprovechar la crisis para despedir?La ministra ha tratado de una manera ofensiva a cientos de miles de empresarios, de autónomos, a los que esta crisis les va a costar su patrimonio. Que la ministra encargada de las relaciones con los agentes sociales se permita esa afirmación y el presidente lo refrende me parece un insulto para los empresarios. Espero que reflexione y rectifique. ¿Pronostica muchos cierres de empresas si no se toman medidas?Incluso si se hubieran hecho bien las cosas, habría cierres. Si además nos encontramos con errores groseros, pues habrá más. ¿Cuándo se recuperará Madrid?La herida va a ser muy grande. Aunque el dinamismo empresarial de Madrid facilita que se pueda recuperar con cierto brío. Habrá que pensar en el otoño y espero que el año que viene el turismo se recupere. ¿Se ha dinamitado el diálogo social?Se le ha menospreciado y se ha hecho un daño importante. Pero estamos a tiempo de retomarlo. ¿Un mensaje positivo?Hay aspectos positivos, como el extraordinario movimiento de solidaridad de las empresas. Es el caso de Ifema.Ifema es un caso espectacular, no deja de sorprendernos. Con el apoyo del Ejército y la Sanidad, ha puesto en marcha el hospital más grande de España. Una lección para todos.