Colombia ha subastado Electricaribe, la distribuidora de electricidad expropiada a Naturgy, y ha tenido que asumirla por falta de interés del sector privado: de las dos compañías en que se ha dividido, Caribe Mar y Caribe Sol, la primera ha acabado directamente nacionalizada, en manos de Empresas Públicas de Medellín (EPM), y la segunda en la del Consorcio de la Costa Caribe, integrado por la empresa mixta Enerpereira y la privada Latin Corp.El Gobierno de Juan Manuel Santos le intervino Electrificadora del Caribe (Electricaribe) a Naturgy –por aquel entonces aún denominada Gas Natural Fenosa– en no-viembre de 2016, para ganar apoyo parlamentario en medio de las negociaciones con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia. La intervención se justificó argumentando riesgo de apagones para los cuatro millones de clientes de la subsidiaria –unos 10 millones de personas– en siete departamentos de la costa caribeña, ante el severo deterioro de las infraestructuras y la mala calidad del suministro.En ese momento se indicó que el período de intervención iba a durar un año como máximo, pero ha habido que esperar más de tres para que la entidad interventora, la Superintendencia de Servicios Públicos Domiciliarios, encontrara alguien interesado en la empresa. El retraso se explica por el importante nivel de inversión que requieren sus redes eléctricas para alcanzar una calidad de suministro aceptable y porque en muchas de sus zonas de servicio hay una cultura de impago que imposibilita la recuperación de dichas inversiones.La situación ha asustado a todas las empresas que durante estos años han mostrado cierto interés, entre las que ha figurado la italiana Enel, y ha impedido normalizar la situación. El Ejecutivo de Iván Duque ha llegado a asumir el pago de las pensiones ligadas a la empresa y ha incluido un sobrecargo en las tarifas eléctricas del conjunto del país para subsidiarla y tratar de seducir al capital privado, pero no ha tenido mucho éxito.Dividir la compañíaFinalmente, el Ejecutivo colombiano ha tenido que dividir Electricaribe en dos compañías, Caribe Mar y Caribe Sol, y ha tenido que asumirlas total o parcialmente: el Estado forma parte de las dos sociedades que las han adquirido.Caribe Mar presta servicio en los departamentos de César, Bolívar, Sucre y Córdoba, y cuenta con 1,51 millones de clientes. Es la que registra un mayor deterioro en las infraestructuras y la más conflictiva: tiene los mayores niveles de impago y robos de energía. No es extraño que haya acabado directamente en manos de la pública EPM, con el compromiso de invertir cinco billones de pesos colombianos –unos 1.150 millones de euros– durante los próximos 10 años.Caribe Sol atiende a 1,21 millones de abonados en los departamentos de La Guajira, Atlántico y Magdalena, y la sociedad adjudicataria, Consorcio de la Costa Caribe, está integrada por la empresa mixta Enerpereira y por la privada Latin Corp. Asume una inversión de 2,6 billones de pesos –cerca de 850 millones de euros– durante la próxima década.