Las ventas de carburantes han descendido en España un 13% en los últimos días, según señala Cepsa a elEconomista. Repsol, el otro gran operador del mercado, rehúsa facilitar datos, al considerar que ha pasado poco tiempo para poder definir una tendencia. La asociación patronal del ramo, AOP, anuncia que las nueve refinerías y el 98,5% de las gasolineras están abiertas.El efecto de la crisis del coronavirus y la progresiva paralización del país comienzan a apreciarse en el consumo de carburantes, con descensos de dos dígitos, aunque las estaciones de servicio están viendo compensadas esta caída con un aumento de las ventas de otros tipos de productos, que han subido un 12% de media, según los datos facilitados por Cepsa.Donde la petrolera percibe una gran bajada es en las ventas del combustible de aviación, por el derrumbe del tráfico aéreo y por las malas expectativas de las aerolíneas, todo ello a pesar del desplome de las cotizaciones del petróleo.Descenso de hasta el 90%Cepsa, que considera sus datos como preliminares, también confirma que el descenso del consumo de carburantes de automoción ha sido mucho más fuerte en aquellas zonas en las que la reclusión de la población es más acusada, como Madrid, donde otras fuentes apuntan a desplomes de las ventas del 80% en algunos puntos. Ballenoil, uno de los operadores independientes, ha revelado descensos del 90%.El suministro de carburantes es una de las actividades consideradas esenciales por el Gobierno durante el Estado de alerta. De hecho, tiene la potestad de racionarlo en caso de que sea necesario, pero las petroleras insisten en que el suministro está garantizado y en que han adoptado las medidas sanitarias necesarias para frenar la expansión del Covid-19.En las gasolineras atendidas se opera como si fuera de noche en días normales: los clientes se sirven el carburante y lo abonan a través de la ventanilla, sistema que se usa también para la venta de otro tipo de productos. Las gasolineras automáticas operan como siempre.La empresa dirigida por Phillipe Boisseau señala también que todos los activos industriales –refinerías, plantas químicas, de fabricación de asfaltos, de biocombustibles, embotelladoras, etc.– funcionan con normalidad, atendiendo la demanda de los clientes, a pesar de que únicamente acude a ellas el equipo humano necesario para dar continuidad a la operación y asegurar la seguridad de las personas y el menor impacto en el medio ambiente.Todas las refinerías e instalaciones disponen de planes de contingencia para asegurar la continuidad del suministro energético y se irán adaptando a la demanda de productos derivados del petróleo.Leve bajada de disolventesEn el negocio de Química, Cepsa comienza a apreciar un cierto descenso de la demanda de disolventes, aunque señala que es un mercado que suele notar los efectos con cierto retardo y que su planta de fenol de Shangái (China) ha operado con total normalidad durante toda la crisis del gigante asiático.Su actividad de producción de crudo, por el contrario, continúa operando según establece el plan de negocio.